Museo del Holocausto
Jonathan Karszenbaum
Federico Suárez
Pantallas, sonidos, luces. La tecnología estará al servicio de la memoria en el nuevo Museo del Holocausto

Museo del Holocausto de Buenos Aires: memoria en expansión

El tiempo pasa, los testimonios de los sobrevivientes son cada vez menos y la memoria colectiva afronta nuevos desafíos. En ese sentido el Museo del Holocausto de Buenos Aires será vanguardia: la remodelación de su histórico edificio le sumará espacio, tecnología e interactividad al recuerdo y aprendizaje de la Shoá.

Tom Wichter |
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Desde inicios del siglo XX el edificio ubicado en Montevideo 919, en el tradicional y cultural barrio Recoleta de Buenos Aires, sirvió como sub-usina de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad, empresa prestadora del servicio eléctrico de toda la ciudad hasta 1979. Después de dos décadas de oscuridad el sitio volvió a iluminar: allí se estableció el Museo del Holocausto de Buenos Aires, inaugurado en los primeros meses del nuevo milenio y que en 2017 inició un proceso de remodelación profunda. “Va a ser una muestra de casi 800 metros cuadrados de pura exhibición”, le contó Jonathan Karszenbaum, Director Ejecutivo del museo, a Ynet Español. La obra, cuya inauguración está prevista para fin de año y que cuadruplicará el espacio físico, seguirá persiguiendo la misma misión del edificio anterior: mantener viva la memoria la de la Shoá para concientizar a la sociedad acerca de las graves consecuencias del racismo, la discriminación, la xenofobia y el antisemitismo.

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Museo del Holocausto
Museo del Holocausto
Pantallas, sonidos, luces. La tecnología estará al servicio de la memoria en el nuevo Museo del Holocausto
(Federico Suárez)
-¿Cuál será la impronta del nuevo museo? -Además de imágenes, textos y objetos, como había hasta ahora, se incorporará tecnología, interactividad y propuestas dinámicas, tanto para los que visitan el museo por su cuenta como para las visitas grupales. Eso incluye técnicas como realidad aumentada, video mapping y un proyecto llamado “Nuevas Dimensiones de Testimonio” en el que se filma durante muchas horas el testimonio de un sobreviviente y a través de un software se logra interpretar las preguntas de un visitante. De esta manera se genera la sensación de estar hablado directamente con un sobreviviente. -¿Es una forma de combatir el tiempo? Por una cuestión biológica hay cada vez menos sobrevivientes vivos para brindar testimonio.
-Efectivamente, es lo más cercano a la interactividad que se va a poder hacer dentro de un tiempo. Son muy pocas las personas que hoy pueden escuchar a un sobreviviente, ya sea porque hay pocos o porque no están en condiciones de brindar testimonio, y esa población en algún momento va a reducirse a cero. Esta es una apuesta a sostener esas voces que no vamos a poder escuchar más en vivo y en directo. -¿Qué más se puede adelantar? -Desarrollamos una aplicación que va a permitirle a los visitantes sumar mucha más información de la que está expuesta. También habrá una maqueta virtual de Birkenau, algunas instancias experimentales en las cuales lo sensorial va a primar, una parte importante estará dedicada a Argentina y allí dentro habrá un sector dedicado al caso Eichmann. Y hasta ahí puedo contar. -¿Este tipo de recursos apuntan a despertar especial interés en jóvenes y adolescentes? -Uno de nuestros objetivos son jóvenes de escuelas secundarias, pero también educadores, docentes y lo que llamamos “fuerzas vivas” de la sociedad: funcionarios, miembros de las Fuerzas de Seguridad, políticos, integrantes del Poder Judicial. Buscamos que aquellos que tienen una función de poder puedan tomar la experiencia del Holocausto como un aprendizaje y una herramienta para la toma de decisiones en sus respectivos espacios.

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Museo del Holocausto
Museo del Holocausto
"Argentina convirtió verdaderamente en una política de Estado a la educación y la memoria del Holocausto", afirmó Jonathan Karszenbaum, director ejecutivo del museo
(Federico Suárez)
POR TODO EL PAÍS Durante el tiempo de la remodelación la actividad del Museo del Holocausto se mudó provisoriamente al Seminario Rabínico de Buenos Aires (José Hernández 1750). Allí se exhibe todos los días la muestra “Reflexiones de la Shoá”, que a su vez recorre diferentes sitios de Argentina: la versión itinerante ya estuvo en Salta, Tucumán, Santiago del Estero Mar del Plata, San Juan; y próximamente hará lo propio en La Plata y Córdoba. “Los gobernadores e intendentes ceden espacios vistosos e importantes para que la muestra funcione durante 10 o 15 días, y hay un compromiso del Ministerio de Educación para que la mayor cantidad de colegios posibles visiten la muestra”, destaca el Director sobre esta apuesta institucional que amplió las fronteras del museo. Y para Karszenbaum esa buena predisposición no es casualidad. -¿Qué tiene de especial Argentina en relación a otros países que permiten el desarrollo de proyectos ambiciosos como los del Museo del Holocausto? -En las últimas tres décadas Argentina convirtió verdaderamente en una política de Estado a la educación y la memoria del Holocausto. Esto atravesó todos los signos políticos y por eso es motivo de orgullo. Además aquí se instaló un número muy grande de sobrevivientes de la Shoá, superior al del resto de los países de América Latina, inclusive a todos ellos sumados. El activismo de los sobrevivientes, el nacimiento de organizaciones de sobrevivientes, hacen de Argentina un país excepcional en ese sentido. Ese debe haber sido uno de los factores principales por los cuales la memoria se construyó desde temprano.
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Museo del Holocausto
Museo del Holocausto
Argentina fue el país de Latinoamérica en el que más sobrevivientes de la Shoá se instalaron
(Federico Suárez)

-Sin embargo el Museo del Holocausto inicia su actividad en el año 2000. ¿En el medio hubo décadas de silencio de la Shoá? ¿Cómo fue ese proceso? -En la década del 60 un grupo de sobrevivientes se juntó y fundó Sherit HaPleitá, que fue la primera organización de sobrevivientes, aunque la realidad es que no tenían mucho lugar en el espacio público. El quiebre ocurre en los 90 con la película La Lista de Schindler y luego con el proyecto de toma de miles de testimonios que realiza Steven Spielberg. A ese proceso se lo conoce como “El Boom de la Memoria” e hizo florecer a instituciones como el Museo del Holocausto, Generaciones de la Shoá, la Fundación Raoul Wallenberg y el Centro Simón Wiesenthal. -¿El nuevo museo busca reflotar el impacto e interés de esos tiempos por las temáticas del Holocausto? -Tenemos muchas expectativas sobre el impacto que vaya a tener el museo. No solo en la comunidad judía, que lo damos por descontado, sino en la sociedad argentina y la Ciudad de Buenos Aires. Va a ser un museo de vanguardia, un aporte a la cultura, un fortalecimiento de la memoria colectiva y un compromiso por los derechos humanos. Queremos aportar a la construcción de una ciudadanía más comprometida, que no permita la difusión de ideologías que cosifiquen, señalen o segregan; sino que fomenten la coexistencia.

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Así se verá el nuevo Museo del Holocausto.
Así se verá el nuevo Museo del Holocausto.
Fachada del nuevo Museo del Holocausto que está en su última etapa de construcción.
(Museo del Holocausto)

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Así se verá el nuevo Museo del Holocausto.
Así se verá el nuevo Museo del Holocausto.
"800 metros cuadrados de pura exhibición". Así se verá el nuevo Museo del Holocausto por dentro.
(Museo del Holocausto)
First published: 18:19, 06.09.19
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