El fiscal general Avichai Mandelblit anunció este miércoles que se opone a la subasta de un kit de tatuaje utilizado en reclusos del campo de exterminio de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. De este modo, se unirá a la batalla legal en curso para evitarla.
La semana pasada, el Tribunal de Distrito de Tel Aviv suspendió la venta luego de una declaración de los sobrevivientes del Holocausto, quienes se mostraron en contra. Ante esta situación, se definió que el 16 de noviembre se llevará a cabo una audiencia para decidir la continuidad de la subasta.
Obtenido de un coleccionista privado, los ocho troqueles de acero del tamaño de una uña, cada uno forrado con alfileres para formar números, habrían sido presionados en la carne de los prisioneros con tinta para marcar sus números de serie, según el subastador Meir Tzolman. Su sitio web lo había considerado "el artículo más impactante del Holocausto", con un valor de venta proyectado de entre 30.000 y 40.000 dólares.
"No es apropiado que los sellos de Auschwitz se vendan al mejor postor", escribió Mandelblit en su opinión ante el Tribunal de Distrito de Tel Aviv. "Tal comercio es inválido en términos de valores, moral e intereses públicos y nacionales", agregó.
El fiscal general también dijo que los kits deben ser transferidos al cuidado de Yad Vashem, una posición reiterada por su presidente Dani Dayan, quien calificó la subasta como "moralmente inaceptable" y aseguró que fomenta la proliferación de falsificaciones.
Entrevistado antes de la orden judicial, Tzolman dijo que era nieto de sobrevivientes del Holocausto que se habían tatuado. Defendió la subasta, de la que tomaría una comisión del 25%, como un medio para asegurarse de que los troqueles llegaran a "las manos adecuadas".