Mientras funcionarios sudafricanos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya acusan a Israel de cometer "genocidio" contra los palestinos, el apoyo al Estado judío y a su derecho a la autodefensa sigue siendo firme dentro de la comunidad judía sudafricana.
Esta semana, una delegación sudafricana del Fondo Nacional Judío (JNF, por sus siglas en inglés) visitó Israel y se reunió con supervivientes de la masacre del 7 de octubre y con los afectados por el ataque al festival de música NOVA.
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Una delegación de la comunidad judía sudafricana se reúne con los supervivientes del 7 de octubre.
(KKL)
"Trajimos con nosotros cientos de gorritos tejidos por las bobes (abuelas en yiddish) de la comunidad judía sudafricana para los soldados, como acto de apoyo y solidaridad", explica Michael Kransdorff, presidente del JNF.
"Participar en este viaje fue importante para nuestra comunidad que, a pesar de lo que está ocurriendo y de las presiones para que nos alineemos con la línea del gobierno contra Israel, nos mantenemos firmes, levantamos la cabeza y decimos que, como judíos sudafricanos, apoyamos a las FDI. Eso forma parte de nuestra identidad", remarca.
Luego, Kransdorff expresa una frase de decepción: "La comunidad judía sudafricana se siente decepcionada por la negativa del gobierno a reconocer la maldad de Hamás y lo que ocurrió el 7 de octubre".
"Tardaron semanas en condenar la mayor masacre de judíos desde el Holocausto y, en lugar de utilizar su influencia con Hamás y el régimen iraní para traer a casa a los rehenes y poner fin al conflicto, optaron por ponerse del lado de Hamás y el régimen iraní, y atacar a Israel en su guerra defensiva para proteger su frente interno y devolver a los rehenes", sostiene.
"Nosotros, como comunidad judía, estamos profundamente decepcionados con el gobierno y pensamos que perdió una gran oportunidad de desempeñar un papel positivo en el mundo, en el espíritu de Mandela. En cambio, optó por apoyar a Hamás y ponerse del lado del terror", añade.
En una ceremonia, la delegación escuchó a Aviva Siegal, residente del kibutz Kfar Aza secuestrada en Gaza el 7 de octubre y liberada al cabo de 51 días; su marido, Keith Siegal, sigue secuestrado.
Aviva Siegal, sudafricana de nacimiento, era una rehén muy importante para la comunidad judía de ese país: "Nos identificamos profundamente con ella e intentamos hacer todo lo que pudimos por nuestra parte para exigir su liberación", compartió Kransdorff.
"Fue increíble conocerla y escuchar su horrible experiencia en Gaza. Destierra cualquier mito que la gente pueda tener sobre la moralidad de Hamás. El modo en que la trataron y las condiciones en que la mantuvieron son un crimen de guerra. Vamos a volver a Sudáfrica y dejar claro que fue un crimen de guerra. Haremos todo lo posible para seguir abogando por la liberación de su esposo Keith y de los otros 133 rehenes", suma.
"Una gran parte de la conversación con Aviva fue también sobre lo que podemos hacer para ayudar como judíos sudafricanos a intentar presionar al gobierno para que hable con Hamás y exija la liberación de los rehenes. Y creo que todos los miembros del grupo volvieron con la sensación de que ese debe ser nuestro objetivo: intentar hacer más para ayudar a los rehenes", cerró.