Un excombatiente del Ejército israelí, que padece una discapacidad, se encuentra ahora en estado crítico después de que se rociara de líquido inflamable y se prendiera fuego frente una oficina del Ministerio de Defensa que se encarga de la rehabilitación de soldados heridos, apenas dos días antes de Yom Hazikaron, el día de recordación de los caídos en guerras de Israel.
Ayer (lunes), Itzik Saidyan, de 26 años, ingresó al centro de rehabilitación con un envase de líquido inflamable que la seguridad del local pensó se trataba de una botella de agua, y esperó en la recepción después de solicitar que se formulen cambios en la especificidad de su discapacidad, solicitud que ya había sido rechazada en múltiples oportunidades.
Acto seguido el joven se roció con el líquido y se prendió fuego en la entrada del lugar. Fue trasladado en ambulancia al Centro Médico Sheba, habiendo sufrido quemaduras en un 100 por ciento.
A Saidyan se le diagnosticó un trastorno de estrés postraumático después de su servicio en la Guerra de Gaza de 2014. Saidyan entró en el enclave palestino como parte de la brigada Golani, y participó en la dura batalla de Shuja'iyya, en la que murieron 13 soldados israelíes.
A Saidyan se le había reconocido un 25 por ciento de discapacidad debido a su trastorno de estrés postraumático, pero había formulado diversas solicitudes a las autoridades para que consideren que la discapacidad lo afectaba en un 50 por ciento.
Su familia y compañeros del servicio militar, que lo acompañan desde la puerta del hospital, se mostraron disconformes con el accionar de las autoridades: "El Estado se olvida de los soldados que luchan para que se los escuche”, sostuvo Bat-El, cuñada de Saidyan.
El jefe de Estado Mayor del Ejército, Aviv Kohavi, envió el martes sus deseos de una pronta recuperación para Saidyan, y enfatizó que Israel tiene "una gran deuda con aquellos que arriesgan sus vidas por la protección del estado". "Entre nuestros combatientes y reservistas están aquellos cuyas heridas no se pueden ver y llevan las cicatrices físicas y emocionales de la batalla durante muchos años", señaló.
El presidente Reuven Rivlin también respondió al incidente y dijo que está rezando por la recuperación de Saidyan. "Entre nuestros hijos e hijas que regresaron del campo de batalla, hay muchos, demasiados, para quienes la batalla no ha terminado. Sabemos de ti. Sentimos tu dolor", expresó.
"Incluso cuando las heridas físicas se curan, incluso cuando el dolor del cuerpo cesa, hay personas que regresan para pelear la batalla del día a día por la vida. Estamos en deuda con Itzik y con todos nuestros niños que siguen luchando por la existencia del Estado de Israel. Somos responsables por su futuro", agregó Rivlin.