En 2008, cuando viajó a Israel por primera vez, Pedro Joaquín Galván no pensó que se iba a convertir en el máximo goleador extranjero de una liga tan lejana de su Argentina natal. Pero lo que seguro nunca imaginó es que once años después, en una conferencia de prensa en Tel Aviv, iba a anunciar su salida del país después de meses de luchar por su ciudadanía.
"Se terminó, la situación me está volviendo loco, una de mis hijas no puede dormir", contó junto a su esposa al momento de anunciar que abandonaba la batalla contra la deportación que merodeaba desde hacía varios meses. "Una vez tocaron la puerta en medio de la noche y Pedro tuvo que irse a declarar, me quedé sola con las niñas que tuvieron mucho miedo", completó el relato su esposa Pamela.
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Pedro Galván y familia en un cálido reconocimiento en Bnei Iehuda, club en el que jugó ocho temporadas
(Ynet)
El episodio en cuestión hace referencia a una noche en que la familia Galván estuvo a punto de verse obligada a dejar Israel, pero la intervención del Ministerio de Deportes y hasta del presidente Rivlin evitaron el desenlace. El apoyo generalizado de la opinión pública -que incluyó manifestaciones en la puerta de su casa- y las apelaciones judiciales lograron estirar la situación, aunque nunca se solucionó la cuestión burocrática de fondo
"No maté ni robé a nadie. ¿Por qué a otros sí le dieron la ciudadanía y a mí no? ¿Cuál es la diferencia? ", se quejó el futbolista en relación a otros casos de deportistas que pudieron quedarse en Israel luego de finalizar sus carreras profesionales, habilitados por el reconocimiento oficial a sus trayectorias profesionales y sus aportes al deporte nacional. Por motivos que el propio protagonista desconoce, Galván no tuvo la misma suerte.
Ya sin esperanzas de torcerle el brazo al Ministerio del Interior, diez días después de anunciar su salida de Israel el mediocampista regresó a Argentina tras aceptar una propuesta de Olimpo, club que jugará en la tercera división de ese país y en el que hoy entrenó por primera vez.
Así, a los 33 años, Pedro Galván finalizó con tristeza la etapa de su carrera que más alegrías le generó: en casi 321 partidos, convirtió 129 goles con las camisetas de Bnei Iehuda, Maccabi Petaj Tikva, Hapoel Hashkelon, Hapoel Tel Aviv, Hapoel Marmorek y Hapoel Rishon Le Tzion. Su marca goleadora no pudo ser igualada por ningún extranjero que haya jugado en el fútbol israelí.
First published: 17:47, 26.07.19