Alrededor de 145.000 miembros de la comunidad drusa viven actualmente en Israel y hoy (martes) esta comunidad única e histórica experimentó un evento inédito en su vida. Por primera vez desde el establecimiento del Estado de Israel, tuvo lugar la Conferencia del Patrimonio Druso.
El evento, que logró reunir el trabajo y el patrimonio de la comunidad drusa en Israel, estaba planeado para desarrollarse en el hotel Jof Hatamarim en la ciudad costera de Acre, pero el contexto obligó a un cambio de planes y se llevó a cabo a través de la plataforma “Zoom” con miembros de la Knesset, jefes distritales y líderes de la comunidad drusa.
La conferencia giró en torno de dos temas principales: el desarrollo de las comunidades drusas en Israel, su visión, problemas y barreras actuales, y los desafíos de los jóvenes drusos en Israel.
Como parte del evento se hizo entrega de un prestigioso reconocimiento a cinco miembros de la comunidad cuya labor fue fundamental en la promoción tanto de la comunidad drusa como de la sociedad israelí. Recibieron la mención, entre otros, el general de brigada, doctor Tarif Bader, por su trabajo al interior de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en minimizar el número de contagios por coronavirus e introducir una variedad de desarrollos tecnológicos para el cuerpo médico; el doctor Assad Araidy, presidente de la Asociación de Amigos de la Aldea Infantil Horfesh, y Madián Abu Isa, director de la Aldea Horfesh, por promover la educación en la comunidad drusa.
Una alianza de sangre entre guerreros drusos y judíos
Desde principios del siglo pasado y el comienzo de la organización del movimiento sionista, hubo drusos que formaron parte tanto de la idea como de las actividades para su realización. Esto se hizo más notable durante las décadas de 1930 y 1940, un período caracterizado por brutales ataques de los rebeldes árabes contra los asentamientos drusos en Carmel y Galilea. En ese contexto tuvo lugar la formación de una especie de alianza entre los combatientes judíos y drusos.
Hacia el establecimiento del estado, en 1947 llegó una unidad de combatientes drusos de Siria, reclutada especialmente para colaborar con los rebeldes árabes. Pero más tarde y con la ayuda de los líderes drusos habitantes de Carmel y Galilea, esa unidad logró ser disuelta. Algunos de sus integrantes regresaron a Siria y otros se unieron a la defensa judía y pasaron a formar parte de las Fuerzas de Defensa de Israel cuando se estableció por primera vez de manera voluntaria. Ya en 1956 se promulgó una ley de reclutamiento para la comunidad drusa a partir de la cual, sus miembros se desplegaron a través de las distintas áreas del ejército en posiciones clave y de alto rango.
La Conferencia del Patrimonio Druso es el trabajo más destacado del Centro del Patrimonio Druso en Israel, una nueva corporación gubernamental dirigida por el abogado Mahmoud Shinan. El segundo y no menos importante producto es el establecimiento de un instituto de investigación para la comunidad drusa, el primer instituto de este tipo en Israel y en todo el mundo. El instituto se estableció en virtud de la Ley del Centro del Patrimonio Druso (2007), impulsada por el ex miembro de la Knesset Majalli Wahabi y actualmente una de sus actividades esenciales es el establecimiento de la “Drusa-Pedia”, “una base de conocimiento integral en línea sobre el patrimonio y las costumbres de la comunidad”, sostuvo Shenan.
El presidente de Keren Kayemet LeIsrael, Danny Atar, señaló en la conferencia de hoy que la alianza de sangre con los drusos compromete a las autoridades a un plan estratégico a largo plazo que concluya con años de adversidad. “Espero que podamos brindar soluciones a al menos algunos de los problemas de los drusos a través del plan Israel 2040. En la realidad en que vivimos y la forma en que los drusos sirven al Estado de Israel, las brechas no deberían haber existido, y estamos haciendo todo lo posible para cerrarlas”, concluyó.