La “Ley Noruega” permite que un ministro renuncie a su banca en la Knesset y que asuma en su lugar otro legislador del mismo partido. Por eso, poco después de la asunción del nuevo gobierno, algunos ministros designados presentaron su renuncia al parlamento y cedieron el lugar a socios políticos de su facción.
Entre los once que ingresarán a la Knesset bajo esta modalidad destaca la presencia de Shirley Pinto, del partido Yamina, una mujer que se convertirá en la primera mujer sorda que ocupará una banca en el parlamento israelí. Además, con apenas 32 años, será el miembro más joven de la próxima Knesset.
Hija de padre sordo y madre sorda y ciega, durante su servicio militar Pinto se destacó por su tarea en la división técnica de la Fuerza Aérea y recibió un certificado de excelencia. Es una de las fundadoras del Centro Israelí para el Estudio de la Sordera y fue asesora del municipio de Ramat Gan sobre asuntos relacionados a la discapacidad y la sordera.
En los últimos años creció su popularidad como activista pública de la promoción de derechos para personas sordas y la difusión del lenguaje de señas en el país. Está casada y tuvo un hijo con Michael Baruch, un inmigrante de Estados Unidos, también sordo.
Limor Magen Telem, de Yisrael Beiteinu, también ingresará al parlamento bajo el paraguas de la Ley Noruega. De 50 años, abogada y empresaria, en el pasado fue conocida por su carrera de modelo: obtuvo el segundo premio de belleza en Israel y salió 4° en un concurso Miss Europa.
Ellas, así como los otros 9 parlamentarios, podrán ocupar una banca en la Knesset mientras los ministros pertenecientes a sus partidos mantengan sus cargos. Si alguno de ellos renuncia o es echado de su ministerio, podrán recuperar la banca en el parlamento que obtuvieron mediante el voto popular.