El Ministerio de Salud advirtió a los directores de los hospitales israelíes sobre el alto riesgo de infección debido a la presencia de bacterias patógenas en los departamentos de las instituciones médicas.
Según un informe publicado este lunes al que tuvo acceso Ynet, la mayor cantidad de infecciones ocurren en los departamentos de hospitalización general.
Yehuda Carmeli, el director del Centro Nacional para la Prevención de Infecciones del Ministerio de Salud, en su mensaje a los directores de hospitales, citó los resultados de estudios que arrojaron que en 2018 y 2019 fallecieron unas 7.600 personas a causa de infecciones nosocomiales.
Una cuarta parte de este número murió dentro de los 30 días posteriores a la infección y el resto, dentro del año siguiente. Además, el sistema de salud israelí estima que entre 4.000 y 6.000 personas mueren cada año por infecciones en los hospitales.
"La mayoría de las infecciones en los hospitales se pueden prevenir y las muertes se pueden minimizar mediante medidas preventivas proactivas. El problema de la bacteriemia adquirida durante la hospitalización se ha descuidado a nivel nacional", escribió el profesor Carmeli.
Por otro lado, se destaca que desde 2012 se ha producido una disminución del 50% en el número de casos de contagio con infecciones nosocomiales. Luego hubo un aumento en los años de la pandemia: 2020 y 2021, y una disminución después de 2021.
La gran mayoría de los casos de bacteriemia se registraron en departamentos terapéuticos de los hospitales, sin embargo, la situación es grave en otros sectores de la salud.
"En las unidades de cuidados intensivos de Israel, incluso después de una reducción del 50% en la incidencia, las tasas de bacteriemia siguen siendo mucho más altas que en los EE. UU. y otros países", sostuvo.
Según el profesor Jihad Bashara, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Wolfson, la infección suele ocurrir en procedimientos invasivos como el cateterismo o la cirugía. Sin embargo, la infección también puede ocurrir en el hogar si hay un foco de infección en el tracto respiratorio, en la piel u otros órganos.
"La sangre humana debe ser estéril y libre de bacterias. Cuando una bacteria ingresa al torrente sanguíneo, puede ingresar a cualquier sistema. En los casos de infección hospitalaria, a menudo son los microbios resistentes a los antibióticos los que, por lo tanto, son más difíciles de tratar", cerró Carmeli.