Ministerios del gobierno israelí y líderes empresariales advirtieron el jueves sobre importantes implicaciones económicas tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 17% a los productos israelíes exportados a Estados Unidos.
El Ministerio de Finanzas informó que el ministro Bezalel Smotrich convocará a altos funcionarios a una reunión de emergencia para evaluar las consecuencias y planificar los próximos pasos.
Según la Administración de Comercio Exterior, las exportaciones israelíes a Estados Unidos totalizaron 37.200 millones de dólares en 2024: 14.300 millones de dólares en bienes y 22.900 millones en servicios. Los principales productos exportados fueron semiconductores y equipos electrónicos (27%), así como dispositivos médicos y farmacéuticos (24%). Las exportaciones de servicios, que constituyen la mayoría, no estarán sujetas al nuevo arancel por ahora.
El Instituto de Exportación de Israel dijo que actualmente está evaluando el impacto potencial y explorando si ciertos sectores clave, como los farmacéuticos y los semiconductores, podrían estar exentos.
Si bien los aranceles representan un serio desafío para las industrias no protegidas, la exclusión de sectores críticos y el continuo libre comercio de servicios podrían ayudar a mantener una relación económica estable entre los países, consideró el instituto.
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Dólares y shekels. El intercambio comercial podría no verse tan alterado por la nueva política arancelaria.
(Shutterstock)
"Israel tendrá que concentrar sus esfuerzos diplomáticos y económicos en minimizar el daño e identificar nuevas oportunidades de mercado", agregó el comunicado.
Ron Tomer, presidente de la Asociación de Fabricantes de Israel, criticó la medida arancelaria como confusa y potencialmente dañina, y señaló que la afirmación de Trump de que Israel impuso un arancel del 33% a los productos estadounidenses es inexacta. "Si ésa es la base para el arancel del 17% de Estados Unidos, no está claro ni justificado", dijo.
Tomer advirtió que la decisión podría dañar la estabilidad económica de Israel, desalentar la inversión extranjera y debilitar la competitividad de las empresas israelíes en el mercado estadounidense. "Si se mantiene, esto marcaría un revés en décadas de fuertes lazos comerciales y de inversión entre los países. Esperamos que sea temporal y trabajaremos con el gobierno para revertirlo", agregó.
En 2024, las exportaciones de Estados Unidos a Israel totalizaron 15.800 millones de dólares: 9.100 millones de dólares en bienes y 6.700 millones de dólares en servicios. Un industrial de alto rango con extensas operaciones en Estados Unidos le dijo a Calcalist que, si bien las noticias sobre los aranceles eran serias, Israel no está en la peor posición en comparación con otros países afectados.
"Todavía no entendemos completamente la decisión, hay mucho que no sabemos todavía, y tal vez incluso Trump no sabe", dijo, refiriéndose al reciente cambio de postura de Donald Trump sobre su política hacia Gaza. "También tendremos que ver cómo reaccionan otros países. Su respuesta podría desencadenar un efecto de bola de nieve. En este momento, la única certeza es que todos debemos estar alerta", afirmó.
Karin Mayer Rubinstein, directora ejecutiva de Israel Advanced Technology Industries (IATI), señaló que el arancel del 17% es más bajo que los impuestos a otros países, lo que podría dar a las empresas israelíes una ventaja competitiva sobre las rivales no estadounidenses.
Sin embargo, advirtió que debido a que las empresas israelíes de alta tecnología compiten principalmente con las empresas estadounidenses, el impacto general puede ser complejo y depender de cómo se implemente la política.
"Si los aranceles se aplican sólo a bienes físicos como componentes electrónicos, maquinaria o alimentos, el efecto sobre la alta tecnología podría ser limitado", dijo. "Pero si se extienden a los productos de software, especialmente el software como servicio (SaaS), que es fundamental para la tecnología israelí, podría alterar fundamentalmente el acceso al mercado y disuadir a los inversores y clientes".
Rubinstein también destacó la importancia de aclarar si las exportaciones de chips se verían afectadas, dado su papel estratégico en la huella tecnológica global de Israel.