Durante mucho tiempo se asumió que las cruces grabadas a lo largo de las paredes de la iglesia más sagrada del cristianismo eran graffitis, pero pueden haber sido obra de albañiles medievales a quienes los peregrinos les pagaron para tallarlas, sugiere una investigación.
Venerada en la tradición cristiana como el lugar de la crucifixión y el entierro de Jesús, la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalem suele estar repleta de fieles y clérigos. Eso ha dificultado el estudio de las marcas sagradas.
Pero las renovaciones en 2018 en una de sus capillas con miles de cruces apiladas y grabadas a mano dieron a la Autoridad de Antigüedades de Israel y al Colegio Académico Hadassah de Jerusalem una oportunidad para la investigación.
En coordinación con la Iglesia Ortodoxa Armenia, que controla la capilla, los eruditos utilizaron cámaras digitales e imágenes tridimensionales para trazar, comparar y fechar las cruces.
"Este fenómeno único siempre nos desconcertó: ¿son graffitis de los peregrinos o algo más?", dijo Amit Re’em, arqueólogo regional de Jerusalem de la Autoridad de Antigüedades.
“Vimos que todas [las cruces] tienen la misma profundidad e incluso la marca del albañil”, expresó, fechándolas provisionalmente en el siglo XV.
"Quizás dos o tres artistas hicieron estas cruces", sostuvo Re'em. “Entonces no es un graffiti, es algo más elaborado", añadió.
“Supongamos que eres un peregrino armenio, entonces le pagas algo al sacerdote, otro tanto a este artista especial y él talla esto para ti, en beneficio de tu alma y de las almas de tus familiares, ... una cruz especial en el lugar más sagrado para el cristianismo en la tierra ”, manifestó Re'em.
El padre Samuel Aghoyan, el superior armenio en el Santo Sepulcro, vio los beneficios para la iglesia de la investigación, especialmente mientras lucha por salir de los cierres impuestos por la pandemia y se prepara para la Pascua.
“Ahora no hay peregrinos aquí, pero su espíritu sí, lo sabemos, yo creo en eso”, dijo.