El límite de espacios para entierros es una preocupación en Israel, pero en Jerusalem encontraron una solución: en las últimas horas fue inaugurado un cementerio subterráneo.
Construido 50 metros bajo tierra, y con una inversión de 300 millones de shekels (más de 85 millones de dólares), en esta primera etapa del proyecto dispondrá de lugar suficiente para 8.000 tumbas pero el objetivo fijado para los próximos dos años es aumentar esa cifra hasta 24.000.
Los trabajos se iniciaron hace cuatro años cerca del barrio Givat Shaul, en la entrada principal a la capital israelí.
"Es una innovación en materia de entierros para Israel y el mundo, realizado con los cuidados necesarios para proteger el medio ambiente y aprovechar al máximo los recursos de la tierra. Estoy orgulloso de encabezar un municipio que se preocupa de que sus habitantes tengan un entierro honorable", afirmó el alcalde Moshe Lion, presente en la ceremonia de inauguración.
Hanania Shajor, director de la funeraria "Comunidad de Jerusalem", resaltó que "los entierros en túneles son un antiguo método del judaísmo que preserva las tumbas de la mejor manera posible" y prometió continuar las gestiones para realizar este tipo de proyectos. "Gracias a los avances de la tecnología podremos construir a futuro decenas de miles de tumbas nuevas", expresó.
Eric Glazer, director ejecutivo de la empresa constructora, afirmó que este proyecto es "único en cuanto a ingeniería y tecnología" y que actualmente se están explorando otros sitios, en Israel y todo el mundo. "Como empresa israelí nos complace exportar nuestro conocimiento y experiencia", aseguró.
