El juez Khaled Kabuv, de 64 años y oriundo de Jaffa, se convirtió ayer en el primer musulmán que jura como juez de la Corte Suprema de Israel, la máxima autoridad judicial del país.
El juez designado ya había sido candidato a integrar el cuerpo en 2017, pero finalmente no fue elegido. Cinco años después formará parte de la reorganización del grupó de 15 jueces que integran el tribunal y reemplazará en el cargo al juez Neal Hendel.
La Corte Suprema de Israel a menudo se pronuncia sobre cuestiones que afectan a la sociedad y la economía, así como temas relevantes sobre el conflicto entre palestinos e israelíes.
El nombramiento de Kabuv se produce poco después de que Yitzhak Pindrus, parlamentario del partido ortodoxo Yahadut HaTorá, criticara a la Corte Suprema y declarara públicamente que le gustaría “hacer estallar” el tribunal.