El ministro de Economía entrante de Israel aseguró en las últimas horas que su estrategia económica estará impregnada de las creencias religiosas establecidas en la Torá, prediciendo que esto ayudará al país a prosperar.
Bezalel Smotrich, jefe del partido de extrema derecha Sionismo Religioso, dijo que como ministro profundizaría en el funcionamiento interno de la economía. Sin embargo, dando un paso atrás, comentó que la Torá -los cinco primeros libros de la Biblia hebrea- enseñaba que obedecer a Dios traía prosperidad.
"Probaron muchas teorías económicas. Probaron el capitalismo, probaron el socialismo. Hay una cosa que no probaron: 'a obedecer' [la Torá]"
Bezalel Smotrich, futuro ministro de Economía
También sugirió un cambio en las prioridades de gasto del gobierno entrante, incluyendo un aumento significativo del presupuesto para estudios religiosos.
Smotrich fue elegido por el primer ministro designado, Benjamin Netanyahu, para ocupar el cargo de Ministro de Economía durante dos años. Después será sustituido por Aryeh Deri, que lidera al partido ultraortodoxo Shas.
Netanyahu se aseguró el jueves la mayoría parlamentaria tras su victoria en las elecciones del 1 de noviembre, pero aún debe ultimar los acuerdos de coalición. Smotrich es más conocido por su política de línea dura que por sus opiniones económicas, que, según su partido, son fiscalmente conservadoras. Habló de sus planes en una entrevista a la revista ultraortodoxa Mishpacha.
"Probaron muchas teorías económicas, ¿verdad? Probaron el capitalismo, probaron el socialismo. Hay una cosa que no probaron: 'si obedeces'", afirmó Smotrich, refiriéndose a las escrituras judías que llaman a la gente a seguir la voluntad de Dios.
Por otro lado, en otra entrevista con el sitio web de noticias religiosas Kikar Hashabat, Smotrich sostuvo que esperaba que el nuevo gobierno estableciera nuevas prioridades, y añadió que la financiación estatal de los seminarios religiosos "aumentaría significativamente".
En lugar de hacer el servicio militar obligatorio, muchos hombres ultraortodoxos gozan de exenciones para estudiar en escuelas religiosas, un punto de discordia entre los israelíes. Al mismo tiempo, sólo la mitad de los hombres ultraortodoxos trabajan, según datos del gobierno. Muchos prefieren dedicar su tiempo al estudio de la Torá. De hecho, el Banco Central de Israel informó que esto es un lastre para la economía y recomendó incentivos para atraer a más hombres ultraortodoxos a la población económicamente activa.