Cuando Benjamín Netanyahu, entonces primer ministro de Israel, incumplió su propio plazo para anunciar la anexión de partes de Cisjordania en 2020, no solo sus críticos suspiraron aliviados.
El incumplimiento del plazo también fue un alivio para los miembros de la Casa Blanca durante el gobierno de Trump, que sabían que la anexión haría descarrilar sus ambiciosos esfuerzos por lograr la paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.
De hecho, en la misma tarde de la fecha límite de anexión, un miembro destacado del equipo negociador de los Emiratos les dijo por primera vez a los funcionarios de la Casa Blanca que si Netanyahu abandonaba la anexión, su país normalizaría completamente las relaciones con Israel. Pero los funcionarios no sabían qué haría Netanyahu.
La historia aparece relatada en Breaking History, el libro de Jared Kushner sobre su período como asesor especial del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, su suegro, en el que Kushner describe las negociaciones secretas que resultarían en los Acuerdos de Abraham, el histórico acuerdo de normalización entre Israel y múltiples países árabes y musulmanes.
Si bien gran parte de lo que sucedió detrás de escena cobró forma cuando se anunciaron los acuerdos o se reveló durante los meses posteriores, el libro de Kushner agrega nuevos detalles, así como un relato en primera persona de un funcionario de la administración Trump considerado por muchos como un defensor de Israel dentro de la Casa Blanca.
Al final, en parte debido a los acuerdos de normalización, muchos ven a Trump como un firme aliado de Israel y de Netanyahu. Pero según el relato de Kushner, Trump estuvo cerca de una ruptura importante en las relaciones a causa del plan de anexión.
En un momento, escribe Kushner, dos altos funcionarios, el embajador en Israel David Friedman y Avi Berkowitz, un asistente de Kushner, "dejaron en claro" que Netanyahu corría el riesgo de que Trump se opusiera públicamente a la anexión.
“Además, con la anexión, Bibi se arriesgó a una condena casi unánime en las Naciones Unidas”, agregó Kushner. “Y si avanzaba unilateralmente, no había garantía de que nuestra administración bloqueara las sanciones internacionales contra Israel que pudieran surgir”, sostuvo.
"Con la anexión, Bibi se arriesgó a una condena casi unánime en las Naciones Unidas”
Jared Kushner, ex asesor de Donald Trump
Al final, escribe Kushner, Netanyahu parece haber estado convencido de que la anexión sería demasiado costosa para él y que los acuerdos de normalización serían una bendición más sustancial para su legado. Pero dice que el líder israelí, conocido por ser un negociador cauteloso y obstinado, no aceptó fácilmente los acuerdos negociados por la Casa Blanca sin la participación directa de funcionarios israelíes.
Incluso cuando el acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos estaba a punto de completarse, escribe Kushner, Netanyahu puso en duda su adhesión al decir que Estados Unidos debería negociar un total de tres acuerdos, no solo uno, para que él dejara de lado la anexión. “No podía creerlo”, escribe Kushner.
Las negociaciones se produjeron entre marzo y junio de 2020, cuando Netanyahu luchaba por aferrarse al poder y Kushner intentaba vender un plan de paz detallado que había escrito a principios de ese año, así como explorar lazos de intermediación entre Israel y los países árabes que rompieran el estancamiento de las relaciones en Oriente Medio.
Lo que parecía ser un momento triunfal en el anuncio del plan de paz de enero de 2020 se convirtió rápidamente en tensión después de que Netanyahu vinculara el plan a la anexión. “Eso no era lo que habíamos negociado”, escribe Kushner, según un extracto obtenido por el Times of Israel en el que Kushner dice que el embajador en Israel, Friedman, le había asegurado unilateralmente a Netanyahu que Trump respaldaría su intento de anexión. Friedman cuestionó esa afirmación del Times of Israel.
Kushner sugiere que había sido una voz consistente para los palestinos en la mesa de negociaciones, afirmando que desde que se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en 2017, presionó para delinear un mapa de dos estados separados y beneficiosos para ambas partes.
“Estábamos luchando para convencer a Bibi, un maestro negociador, de aceptar un compromiso que brindaría mejoras tangibles en la vida de los palestinos”, escribe.
En última instancia, Kushner le quitó prioridad a tal propuesta de paz y se la dio a los Acuerdos de Abraham, que, según él, inauguraron nuevas oportunidades comerciales para israelíes y emiratíes.
Habiendo negociado el primer acuerdo sin conversaciones directas entre las partes, Kushner describe la atmósfera embriagadora de Abu Dhabi durante la reunión de celebración como la de una "cita a ciegas".
Incluso en la primera noche, escribe, los funcionarios israelíes y emiratíes comenzaron a hablar sobre formas de vincular sus sistemas financieros.
Otras historias presentes en el libro Breaking History:
- En el relato de Kushner, fueron los Emiratos Árabes Unidos los que iniciaron la paz con Israel. El embajador Yousef Al Otaiba le dijo a Kushner en una reunión de mayo de 2019 en la casa del asistente de Trump que su país estaba listo para avanzar con la normalización total con Israel, según el relato de Kushner. “Traté de ocultar mi emoción detrás de una cara de póquer, pero mi mente daba vueltas”, escribe Kushner.
- Estados Unidos no fue el único país que consideró graves consecuencias si Netanyahu avanzaba con la anexión. El Reino Unido advirtió que reconocería a Palestina como un estado soberano si se produjera la anexión, en una amenaza que se informó por primera vez en el libro de un periodista israelí a principios de este año.
- El nombre “Acuerdos de Abraham” no se acuñó hasta unas pocas horas antes de que se anunciara el primer acuerdo. “Hasta entonces, habíamos estado tan ocupados resolviendo los detalles que no habíamos pensado en ponerle un nombre”, escribe Kushner.
- En un episodio que no se había revelado previamente, Kushner cuenta que durante 2019 fue tratado por cáncer de tiroides. Dice que optó por no compartir detalles sobre su salud más allá de un estrecho círculo interno que inicialmente no incluía al presidente debido a su naturaleza personal, según un informe del New York Times.