Un estudio reciente del Ministerio de Salud revela tendencias alarmantes en el hábito de fumar entre los jóvenes israelíes. El informe, que resume patrones de tabaquismo en 2022 y se publicó cuatro meses más tarde de lo previsto, informa de un sorprendente aumento de más del 4% en la proporción de chicos y chicas fumadores en tan solo tres años.
Especialmente preocupantes son los datos que muestran que el 3% de los niños de sexto grado y el 10% de los jóvenes de décimo grado declararon haber consumido cigarrillos electrónicos.
El informe también destacó un grave aumento en el porcentaje de estudiantes que fuman cigarrillos al menos una vez a la semana, con una brecha del 4,2% observada entre 2019 y 2022. En particular, en la sociedad árabe, esta brecha era aún mayor, del 5,9%.
Las conclusiones del informe se basan en una encuesta exhaustiva realizada por el Ministerio de Salud, en la que participaron aproximadamente 2.700 estudiantes. Sorprendentemente, los datos revelan que el 64,5% de los adultos no fumadores están expuestos al humo de tabaco ambiental, al igual que el 33% de los niños, con tasas más elevadas entre los pequeños árabes.
La aplicación de la prohibición de fumar en Israel presenta un panorama desolador, ya que sólo 81 de las 257 autoridades locales comunican al Ministerio de Salud datos sobre multas por infracciones de la ley de tabaco.
Esta falta de cumplimiento de la ley suscitó críticas en el informe. Aunque el informe señala que en 2022 se impusieron 10.115 multas, subraya que esta cifra es incompleta.
Las conclusiones del informe provocaron duras críticas a los esfuerzos del gobierno en la lucha contra el consumo de tabaco.
"Israel no está abordando los daños causados por el tabaco porque no está haciendo un esfuerzo suficiente", comentó tras el informe la Sociedad Israelí para la Prevención y el Abandono del Tabaquismo. Además, el grupo criticó la publicación tardía del informe, su falta de datos actualizados y la ausencia de un plan claro para mejorar las estadísticas.
La declaración destacaba, además, las nefastas consecuencias de esta negligencia, señalando que unos 8.000 israelíes pierden la vida anualmente por enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Aunque los impuestos sobre el tabaco aportan unos 7.500 millones de shekels a las arcas del Estado, la inversión en prevención sigue siendo mínima.
También, la ausencia de un departamento dedicado a la prevención del tabaquismo y de un plan nacional agrava el problema.
"La débil respuesta del gobierno para proteger la salud pública beneficia a las tabacaleras y perjudica a los ciudadanos", continúa la declaración de la agrupación.
"La continua falta de programas para dejar de fumar, la aplicación inadecuada de la ley y la ausencia de un departamento dedicado al control del tabaquismo no hacen sino agravar el problema", cerraron el comunicado.
