El 15 de octubre de 1984, hace exactamente 35 años, el químico argentino César Milstein fue premiado con el Nobel de Medicina por sus investigaciones, y por el descubrimiento y desarrollo de anticuerpos monoclonales que cambió la vida de miles de personas.
Milstein nació en Bahía Blanca, en el seno de una familia judía, "interesada en el judaísmo en su aspecto cultural", según él mismo describió en el documental "Un fueguito" que se realizó en su memoria.
Estudió en la Universidad de Buenos Aires, pero tras el golpe de Estado de 1962 desarrolló su carrera en la Universidad de Cambridge, Inglaterra.
Con apenas 36 años desarrolló una técnica para crear anticuerpos con idéntica estructura química, que él mismo que denominó anticuerpos monoclonales.
Sus investigaciones y desarrollos profesionales le valieron varios reconocimientos del mundo académico. Posiblemente el Nobel de Medicina fue el más prestigioso de ellos y el que permitió que su figura ganara popularidad, pero no fue el único premio: en 1980 la Fundación Wolf de Israel, una institución oficial cuyo objetivo es la promoción de la excelencia en áreas de las ciencias y las artes, lo distinguió con su premio máximo.
La entidad israelí lo premió por “sus logros en interés de la Humanidad y de las relaciones fraternas de los pueblos, sin distinción de nacionalidad, raza, color, religión, sexo o tendencias políticas”.
En 1993, en Argentina, Milstein recibió el premio Konex de Brillante, otra de las grandes distinciones de su carrera. En 1999 brindó una de sus últimas charlas en su país natal. Y en 2002, a los 74 años, falleció en Cambridge producto de una afección cardíaca.