Este lunes, mediante un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina, se conoció la información de que el país está negociando la posibilidad de realizar los ensayos experimentales de fase 3 de la vacuna contra el COVID-19 de Israel. También, mediante la asociación con una farmacéutica argentina, se estudia la idea de abrir una línea de producción en suelo sudamericano, lo que les aseguraría a las autoridades de Buenos Aires buena parte de las dosis que se obtengan.
En ese sentido, Ynet Español se comunicó con Jorge Diener, director ejecutivo internacional del prestigioso Hospital Hadassah, quien estuvo presente en la reunión que se llevó a cabo ayer en Jerusalem entre funcionarios de ambos países para avanzar en el posible acuerdo bilateral. Participaron de la cumbre Sergio Urribarri, embajador argentino en Israel, y los directores del Instituto Israelí para la Investigación Biológica, organismo que depende del Ministerio de Defensa israelí y que se encarga del desarrollo del medicamento.
Actualmente, la vacuna se encuentra en fase 2, la cual se espera que finalice a mediados de mayo, dándole lugar a la tercera y última etapa, que requiere entre 24.000 y 30.000 voluntarios. Con el fin de explicar las probabilidades de que el acuerdo se materialice, Diener se expresa sobre cómo continúan las negociaciones y detalla las trabas que pueden llegar a aparecer en el camino.
-¿En qué instancia se encuentran las conversaciones entre ambos países?
-Actualmente, los avances involucran a todas las partes necesarias para que el acuerdo se concrete. Es decir, al Hospital Hadassah, el Instituto Israelí para la Investigación Biológica y las autoridades argentinas. No se trata de instancias prematuras, sino que ya hay una determinación de todas las partes de avanzar para que esto se convierta en realidad. Estamos hablando de una intención clara tanto del Ministerio de Defensa de Israel como del gobierno argentino.
-¿Las reglamentaciones sanitarias de la Argentina pueden ser un problema?
-Las reglamentaciones son el procedimiento tradicional y estándar que tiene el país sobre cualquier tipo de medicina o droga. Son las pautas necesarias para aprobar el ensayo clínico en humanos que queremos llevar adelante. Cada país tiene su propio regulador, con lo cual más allá de que el ente israelí confirme los resultados de la fase 2 de la vacuna, el regulador argentino tiene que hacer sus propias revisiones, confirmar la información recibida y dar la autorización para que se puedan hacer los ensayos de fase 3 en el país.
-¿Cuáles son los próximos pasos a dar?
-El próximo paso que tenemos que dar tiene que ver con determinar en qué laboratorio argentino se podrían llevar a cabo los ensayos. Necesitamos investigar qué organización tendría la capacidad de hacer el trabajo necesario. Se requiere cierta estructura para los ensayos, ya que estamos hablando de miles de voluntarios. El elegido deberá poder producir el medicamento y aplicarlo.
-¿En qué parte del proceso interfiere el Hospital Hadassah?
-Precisamente en la administración del ensayo clínico, que es nuestra especialidad y donde vamos a cooperar. Podemos compartir toda nuestra experiencia sobre el proceso, ya que en Hadassah se hacen la gran mayoría los ensayos de este tipo. También podemos aportar mucho sobre investigación médica e innovación.
-¿Por qué se escogió a la Argentina entre otros tantos países para el proyecto?
-Tal como conversamos con Urribarri y salió en el comunicado oficial, la Argentina tiene un gran prestigio a nivel internacional sobre instituciones médicas y laboratorios farmacéuticos, lo que nos permite explorar esta posibilidad y saber que vamos a poder avanzar una vez que encontremos los socios adecuados para dar los próximos pasos.
-Cuando se refiere a los socios adecuados hace referencia a las farmacéuticas que podrían participar del proceso. ¿Ya barajan algunas opciones?
-Tenemos varias en mente. Hay muchos amigos de Israel y de Hadassah en el mundo farmacéutico de la Argentina, pero prefiero no comentar nombres todavía ya que todavía está todo muy fresco.