A la vez que la campaña de vacunación avanza en todo Israel, con el 40% de la población inmunizada completamente con ambas dosis de la farmacéutica estadounidense Pfizer, en Jerusalem también trabajan en la producción de una vacuna propia. Los estudios se encuentran en fase 2 y se espera que, en mayo, comience la tercera y última etapa de pruebas. Para esta instancia, se iniciaron negociaciones con autoridades de Buenos Aires para llevar a cabo los análisis finales de la vacuna e iniciar la producción en la Argentina.
Este lunes, Sergio Urribarri, embajador argentino en Israel, mantuvo una reunión con los directores del Hospital Hadassah y del Instituto Israelí para la Investigación Biológica. Allí, comenzaron las conversaciones sobre la posibilidad de que la vacuna israelí se produzca en el país sudamericano.
“El vínculo entre Argentina y el Hadassah fue una de las primeras tareas a las que me dediqué cuando llegué a Israel. Por iniciativa de nuestra embajada, se realizaron varias acciones en conjunto, entre ellas el intercambio entre profesionales del Hadassah y de nuestro Hospital Garrahan, que está en pleno desarrollo”, informó Urribari. Y añadió: “Desde entonces, se forjó un vínculo con este nosocomio que está entre los más importantes de Israel y del mundo que ahora convoca a nuestro país para ser un actor central en el desarrollo de esta vacuna”.
Felipe Solá, canciller argentino, se encuentra al tanto de las negociaciones y fue por pedido expreso de este mismo que Urribarri se juntó con el profesor Zeev Rothstein, director general del Hospital Hadassah, y con Eran Zahavi, director del Instituto Israelí para la Investigación Biológica. Este organismo depende del Ministerio de Defensa israelí y es el encargado de coordinar el desarrollo y los ensayos clínicos de la vacuna.
Desde Jerusalem, plantean la posibilidad de que la fase 3 de los estudios se hagan en Argentina, para lo que serían necesarios entre 24.000 y 30.000 voluntarios. Se estima que la fase 2 finalizaría en dos meses, por lo que la coordinación -en caso de llegar a un acuerdo- debería comenzar en breve. Por otra parte, el acuerdo incluiría una línea de producción en el país sudamericano. Para este punto, sería necesaria la asociación con una farmacéutica argentina.
“Tanto el director del Hospital Hadassah como el director del Instituto Israelí para la Investigación Biológica, que desarrollan la vacuna, nos manifestaron que consideran que el nivel médico y de infraestructura farmacéutica en nuestro país es excelente y permite que se desarrolle la producción en la Argentina”, comentó el embajador. “También subrayaron su profundo interés en que nuestro país sea socio en este proyecto”, acotó.
El Hospital Hadassah será la institución que coordine con las autoridades de Buenos Airea los pasos a seguir. Antes de anunciar un acuerdo y comenzar con la operación, se deberán analizar las reglamentaciones sanitarias del país presidido por Alberto Fernández.