El cantante y compositor argentino Alejandro Lerner, uno de los artistas más reconocidos de América Latina, brindará dos recitales en el “Reading 3” de Tel Aviv el fin de semana del 17 y 18 de marzo.
La presentación del espectáculo “Lerner 4D - A Tu Lado”, cuyas entradas se pueden comprar en el sitio Leaan, coincidirá con el aniversario del atentado a la Embajada de Israel en Argentina. En ese sentido, el año pasado Lerner compuso y produjo “Un Día como Cualquier Día”, una canción en homenaje a las víctimas del ataque terrorista de 1992 que cuenta con la colaboración de los músicos israelíes Idan Raichel y Pablo Rosenberg.
La semana pasada Lerner difundió un adelanto del video de la canción que se conocerá completo en los próximos días. Además, en exclusiva para Ynet Español, conversó sobre las sensaciones de volver a cantar en Israel, un país con el que se siente especialmente conectado a partir de su condición de judío argentino.
-¿Qué te genera cantar en Israel?
-Israel tiene una relación de identidad especial por mi condición de argentino judío. Cuando uno llega a Israel se da cuenta lo que tuvimos que hacer los judíos para vivir en ciertas condiciones de paz. El esfuerzo, la voluntad y la inteligencia que implican el desarrollo del Estado de Israel es algo que te toca las entrañas y es muy difícil de explicar.
-En Israel viven miles de inmigrantes argentinos y latinoamericanos. ¿Qué tuvieron de especiales tus encuentros anteriores con ese público?
-Siempre son reencuentros de mucha nostalgia, lágrimas, emociones, abrazos. La gente suele pedirme que cante tal o cual tema. Entonces para esta gira se me ocurrió pedir a la gente que venga a los recitales escriba en carteles los nombres de las canciones que quieren escuchar, así yo los puedo ver desde el escenario.
-Esta gira tuya por Israel tiene un condimento especial: coincide con el aniversario del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires y el estreno del video de una canción alusiva.
-La fecha del recital fue algo del destino, no lo planificamos. En cuanto a “Un Día como Cualquier Día”, la convocatoria de la embajadora anterior Galit Ronen para componer una canción sobre la voladura de la embajada fue un desafío creativo inmenso. Es una situación extremadamente dolorosa a la que había que ponerle poesía y melodía, es muy difícil. Pero un día llegó la inspiración en forma de un “tictac” de un reloj segundos antes de la explosión de la bomba. Habla sobre cómo hasta ese momento terrible era absolutamente normal la vida de un grupo de personas de todo tipo de edades, religiones y raíces culturales.
-¿Qué es Israel en tu vida personal, fuera de la música?
-Es un vínculo que mantuve siempre. Mi compañero de banco de la secundaria vive en Beer Sheva, y la chica a la que le di primer beso en la cancha de pelota paleta de Hebraica vive en Tel Aviv. Tengo amigos de distintas épocas de mi vida porque siempre mantuve un vínculo con mi comunidad.
-¿Te mantenés actualizado sobre la realidad israelí?
-No lo sigo de cerca como lo haría un israelí, pero por supuesto que como judío y ciudadano del mundo estoy atento y sé lo que pasa. Estar en vigilia de guerra de manera constante es algo terrible. Es un país que se creó con esa energía, sabiendo que debía defenderse de enemigos que, dios quiera, algún día dejen de serlo.