En un esfuerzo por evitar quintas elecciones sin precedentes en dos años, el presidente Reuven Rivlin eligió el martes al primer ministro Benjamín Netanyahu como candidato para formar un nuevo gobierno después de que recibiera la mayor cantidad de apoyos.
Netanyahu recibió el lunes las recomendaciones de 52 legisladores en la Knesset de 120 miembros.
El líder de la oposición, Yair Lapid, del partido centrista Yesh Atid, obtuvo 45 apoyos, y el exministro de Defensa, Naftali Bennett, de la facción derechista Yamina, obtuvo siete, todos de su propia facción.
El partido Tikva Hadasha, liderado por el exministro del Likud Gideon Saar, y los dos partidos predominantemente árabes, Lista Árabe Conjunta y Raam, no recomendaron a ninguno de los candidatos, por los que sus 16 escaños combinados no pudieron ser aprovechados por ninguno de los bloques para establecer un gobierno. Las súplicas de Netanyahu y Lapid pidiendo apoyo para poder alcanzar una mayoría que les permitiera formar una coalición quedaron sin respuesta.
Este estancamiento fue un reflejo del estancamiento político en el país, que celebró elecciones el 23 de marzo, la cuarta vez en dos años, solo para que el resultado nuevamente no fuera concluyente.
Rivlin dijo que siente que ninguno de los candidatos tiene la posibilidad de formar una coalición viable, pero debido a que está obligado por ley, tuvo que resignarse a encomendar al primer ministro la formación del próximo gobierno.
"Conozco la posición de muchos, que el presidente no debe entregar el mandato [para formar gobierno] a un candidato que enfrenta cargos penales, pero de acuerdo con la ley y la decisión de los tribunales, un primer ministro puede continuar en su puesto a pesar de estar procesado”, señaló el presidente. Y agregó: “Por otra parte, la cuestión de otorgar el mandato a un candidato que enfrenta cargos penales surgió en medio de un intenso desacuerdo político y público sobre las recientes campañas electorales. Por este motivo, creí que el presidente debería evitar tomar una decisión con base en esa consideración, por un sentido de responsabilidad por la institución presidencial y por la confianza que depositan en él todos los sectores de la sociedad”.
Rivlin aclaró que “el presidente del Estado de Israel no sustituye al poder legislativo ni al poder judicial. Es función de la Knesset decidir sobre la cuestión sustantiva y ética de la idoneidad de un candidato que enfrenta cargos penales para desempeñarse como primer ministro”.
"En esta situación y en ausencia de otras opciones, tomé mi decisión de acuerdo con la cantidad de recomendaciones recibidas, que indican una probabilidad ligeramente mayor de que el parlamentario Benjamín Netanyahu forme gobierno", expresó Rivlin.
Netanyahu ahora tiene 28 días para tratar de establecer una coalición y puede solicitar una extensión de dos semanas a Rivlin, quien tiene la posibilidad de asignar la tarea a otra persona si no se forma un gobierno.
El líder que más tiempo estuvo en el cargo de primer ministro en la historia de Israel debe enfrentar la dura tarea de acabar con un estancamiento político sin precedentes y reclutar suficientes aliados para formar una coalición de gobierno.