Tanto en el sur como en el norte, en las últimas semanas cesó la caída de misiles en territorio israelì, pero desde las FDI están en alerta por una posible operación militar cerca de las fronteras con Siria y Líbano.
Además del establecimiento de fuerzas iraníes en territorio sirio, hubo algunos acontecimientos que preocuparon a las autoridades porque exhiben el potencial de Teherán para atacar a Israel de manera proactiva, y no solo como respuesta a las operaciones atribuidas a Israel sobre depósitos de armas u otros objetivos iraníes.
Entre los episodios que explican la posible fortaleza de Irán, destacan tres: la retirada de Estados Unidos del norte de Siria, la subestimación del presidente Donald Trump al incidente del avión no tripulado estadounidense derribado en el Golfo Pérsico en junio de este año, y el ataque a las instalaciones petroleras sauditas en septiembre.
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Según Kochavi, máxima autoridad de las FDI, la principal amenaza está en las fronteras del norte de Israel
(FDI)
"El desafío estratégico central de Israel está en el norte", explicó Aviv Kochavi, Jefe de Estado Mayor, la máxima autoridad militar. "Con base en Siria, se está desarrollando un proyecto de fabricación misiles de precisión, en un esfuerzo liderado por Irán que utiliza territorios de gobiernos muy debilitados", explicó y agregó que la situación en el Líbano es similar: "Hezbollah ´tomó cautivo´ al Estado libanés, dispone de su propio ejército y es el órgano que realmente determina la política de seguridad del país."
Las expresiones de Kochavi sobre esta amenaza coinciden con la postura de diversos actores políticos israelíes. Benjamín Netanyahu y Benny Gantz, los dos principales candidatos a Primer Ministro, se refirieron al tema en sus discursos en los actos de recepción de mandatos para tratar de formar una coalición de gobierno. El propio presidente Rivlin también destacó el tema.
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Así como Kochavi, Netanyahu y los principales actores políticos israelíes coinciden en su diagnóstico sobre los desafíos de seguridad
(Amos Ben Gershom, GPO)
En el sur se vive una relativa calma a partir de las políticas de Israel que apuntan a aliviar a la población civil de Gaza, pero se considera que la Jihad Islámica sería el nuevo movimiento terrorista que tome la bandera de la resistencia violenta que hasta el momento le pertenece a Hamás. "La situación es tensa y frágil, en algún momento puede convertirse en un conflicto, aunque nuestros enemigos no están interesados en una guerra", destacó Kochavi.
La tercera preocupación es interna, y no es estrictamente militar: las dos elecciones en un año, con posibilidad de una tercera convocatoria, provocaron sucesivos gobiernos de transición en Israel que impiden una aprobación del presupuesto de las FDI que debe comenzar a ejecutarse en 2020. A la expectativa de una resolución, de todas formas el ejército sigue atento y preparado: "las amenazas detalladas provocaron la aceleración de los procesos de preparativos", resumió Kochavi, en función de un posible recrudecimiento de los problemas de seguridad exterior.
