Unos 80.000 fieles asistieron a las oraciones nocturnas en la mezquita, y los enfrentamientos comenzaron después de un breve período de relativa calma mientras la gente abandonaba el recinto
Los enfrentamientos volvieron a estallar entre manifestantes palestinos y la policía israelí durante la madrugada del domingo cuando los fieles musulmanes abandonaron el complejo de la mezquita al-Aqsa en Jerusalem después de las oraciones nocturnas de Laylat al-Qadr, la noche más sagrada del islam.
Al menos diez palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos en una de las entradas al Monte del Templo donde se encuentra la mezquita, informó la emisora pública Kan el domingo por la mañana.
Unos 80.000 fieles asistieron a las oraciones nocturnas en la mezquita, y los enfrentamientos comenzaron después de un breve período de relativa calma mientras la gente abandonaba el recinto.
Las tensiones se extendieron a la Franja de Gaza, desde donde facciones terroristas palestinas dispararon un cohete contra el sur de Israel durante la noche
Las tensiones se extendieron a la Franja de Gaza, desde donde facciones terroristas palestinas dispararon un cohete contra el sur de Israel durante la noche, encendieron fuego y se amotinaron a lo largo de la frontera. El cohete cayó en un área abierta sin causar daños ni heridos. En respuesta al ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon objetivos de Hamás en Gaza.
La reanudación de la violencia siguió a una tormentosa noche de sábado en Jerusalem, cuando jóvenes palestinos arrojaron piedras, encendieron fuego y derribaron barricadas policiales en las calles que conducen a la Ciudad Vieja mientras agentes de la policía montados a caballo y con equipo antidisturbios usaban granadas paralizantes y camiones hidrantes para repeler a los violentos.
Al menos 90 personas resultaron heridas el sábado por la noche, incluidos menores y un niño de un año, y 14 fueron trasladadas al hospital, informó la Media Luna Roja Palestina. La policía israelí señaló que al menos un oficial resultó herido.
"No quieren que recemos. Todos los días hay enfrentamientos; todos los días hay problemas”, dijo Mahmoud al-Marbua, de 27 años, en declaraciones realizadas cerca de la entrada de la Puerta de Damasco en Jerusalem, la escena de las protestas durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Las semanas de enfrentamientos comenzaron inicialmente cuando la policía bloqueó la plaza frente a la Puerta de Damasco, un lugar de reunión popular para los residentes palestinos de Jerusalem durante el Ramadán.
Las tensiones escalaron por la creciente ira relacionada con el posible desalojo de varias familias palestinas de sus hogares en Jerusalem Este en tierras reclamadas por ciudadanos judíos y por una serie de ataques llevados a cabo por jóvenes palestinos contra judíos ultraortodoxos en la ciudad, que luego se publicaron en las redes sociales.
La Corte Suprema debería pronunciarse el lunes sobre los desalojos del barrio de Sheikh Jarrah, pero el fiscal general Avichai Mandelblit, en un aparente intento de calmar la volátil situación en Jerusalem, planeaba solicitar un aplazamiento.
Un funcionario palestino dijo que Egipto estaba mediando entre las partes para evitar una mayor escalada, y la violencia del sábado parecía menos intensa que los eventos del viernes
En la Franja de Gaza, cientos de manifestantes se reunieron a lo largo de la frontera con Israel. Las FDI afirmaron que la multitud arrojó neumáticos en llamas y petardos contra las tropas.
"Saludamos al pueblo de al-Aqsa, que se opone a la arrogancia de los sionistas y pedimos a nuestro pueblo en Palestina que apoye a sus hermanos por todos los medios", escribió en Twitter un funcionario de Hamás, Moussa Abu Marzouk.
Un funcionario palestino dijo que Egipto estaba mediando entre las partes para evitar una mayor escalada, y la violencia del sábado parecía menos intensa que los eventos del viernes.
Al menos 205 palestinos y 18 oficiales israelíes resultaron heridos en enfrentamientos ocurridos el viernes, que generaron condenas internacionales y llamados a la calma.
Los enfrentamientos han estallado todas las noches en Sheikh Jarrah y la policía indicó que decenas de manifestantes arrojaron piedras a los oficiales allí el sábado.
El comisionado de la policía de Israel, Kobi Shabtai, declaró que el sábado se desplegarían agentes adicionales en Jerusalem para "permitir la libertad de culto y mantener el orden y la seguridad".
"Al mismo tiempo, no permitiremos disturbios violentos, transgresiones de la ley o ataques a los agentes de policía. Pedimos a todos que calmen los ánimos y la violencia, particularmente en un día tan importante para la religión musulmana", sostuvo Shabtai en un comunicado.
Las FDI manifestaron que estaban reforzando su presencia en Cisjordania y la región cercana a la Franja de Gaza, desde donde terroristas palestinos han lanzado globos incendiarios hacia territorio israelí
Las FDI manifestaron que estaban reforzando su presencia en Cisjordania y la región cercana a la Franja de Gaza, desde donde terroristas palestinos han lanzado globos incendiarios hacia territorio israelí, provocando incendios forestales en el sur del país. Un portavoz militar dijo que las fuerzas adicionales llegarían principalmente para extinguir los incendios.
El cuarteto de mediadores de Oriente Medio: Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas expresaron su preocupación por la violencia y los posibles desalojos en Jerusalem.
"Hacemos un llamado a las autoridades israelíes para que actúen con moderación y eviten medidas que agravarían aún más la situación durante este período de días sagrados musulmanes", expresó el cuarteto en un comunicado.
El primer ministro Benjamín Netanyahu aseveró en un comunicado que la ley y el orden se mantendrían en Jerusalem, al igual que el derecho al culto.
Imágenes de televisión mostraron que autobuses de fieles musulmanes que se dirigían desde ciudades árabes israelíes a al-Aqsa fueron detenidos el viernes por la policía en la carretera principal a Jerusalem.
La noticia del bloqueo de carreteras se difundió en las redes sociales y atrajo a cientos de jóvenes de las aldeas árabes cercanas y de Jerusalem. Algunos de ellos coreaban: "¡Con nuestras almas y nuestra sangre, te redimiremos, Al-Aqsa!"
La policía señaló que sólo detendría a los vehículos que trasladaran a personas que planeaban participar en los disturbios. Durante los controles se desataron enfrentamientos y diversas imágenes mostraban a los agentes disparando granadas paralizantes.