El Partido Likud solicitó al presidente del Comité Central de Elecciones, el juez Hanan Melcer, que permita cámaras en los colegios electorales del sector árabe israelí después de que se denunciaran violaciones a la ley de votación en las últimas elecciones.
El día de las elecciones, en abril pasado, el juez Melcer fue alertado del hecho de que activistas del partido Likud colocaron 1.200 cámaras en los colegios electorales en las ciudades y pueblos árabes israelíes.
Debido a la escasez de tiempo para responder y al hecho de que las cámaras ya estaban en su lugar y operativas, Melcer dijo que no se debía filmar detrás de las cortinas en las casillas de votación y que solo se permitiría a los miembros de la policía y el comité electoral observar el material generado.
Ahora, antes de las elecciones del 17 de septiembre, Likud planea expandir la actividad de filmación, y el presidente deberá determinar si lo permite.
Una sesión especial del Comité Electoral Central para discutir esta cuestión está programada para la próxima semana.
Aunque la ley no es clara, Melcer ya había permitido grabaciones de audio en lugares de votación, pero no ha permitido ninguna filmación dentro de la cabina de votación, excepto en circunstancias especiales.
El registro de votantes cuando llegan a las estaciones, presentan sus documentos de identificación y reciben un sobre en el que colocar sus boletas, estaba permitido. No así el momento en que los ciudadanos realizan su elección.
Likud está presionando para que se le permita filmar estos procedimientos nuevamente alegando que evitará actos ilegales.
El representante de Likud en el comité electoral David Bitan, afirmó después de la votación del 9 de abril que ocurrieron violaciones de la ley, alegando que los esposos votaron en nombre de sus esposas y que los votantes fueron amenazados cuando llegaron a depositar su voto.
Los medios israelíes informaron a principios de esta semana que el presupuesto del Likud para cámaras en los colegios electorales del sector árabe se ha incrementado a NIS 2 millones, y que existe un plan para emplear a cientos de "observadores" el día de las elecciones e incluso han enviado una solicitud a la policía de Israel pidiendo protección para ellos en esa jornada.
Hanan Melcer presentó una queja ante la oficina del fiscal general y el comisionado de policía en funciones, exigiendo que se inicie una investigación sobre este comportamiento.
Las recomendaciones de la fiscalía, en nombre del interés público para proteger la integridad de las elecciones, se esperan la próxima semana.
Las organizaciones de derechos humanos ya han apelado al juez Melcer pidiéndole que vete cualquier intento de colocar cámaras con el propósito de monitorear a los votantes.
El miembro de la Knesset, Aida Touma-Suleiman, del partido árabe Hadash, envió al presidente una carta en la que decía que el "Likud no tiene justificación para colocar cámaras en ningún centro de votación árabe o de otro tipo y que la responsabilidad de la integridad de las elecciones recae en manos del general comité electoral y no en manos del partido gobernante".
Touma-Suleiman agregó que esperaba que el juez no cooperara con el pedido.
Los partidarios de la iniciativa sugieren que la presencia de cámaras disuadirá a quienes intentan influir en las elecciones, mientras que los opositores insisten en que esta medida perjudica a todo un sector de la población.