Este martes, Mansour Abbas, líder del partido árabe Ra'am, tras emitir su voto aseguró que "no descarta la posibilidad" de unirse a un gobierno encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu. En caso de confirmarse, se trataría de la primera vez que un partido de estas características apoya al Likud.
El último tiempo, Abbas se ha acercado a Netanyahu, insistiendo en que está listo para trabajar con el primer ministro, lo que provocó la condena de los legisladores de la Lista Árabe Conjunta y la separación de Ra'am a la hora de competir en las elecciones legislativas.
Después de emitir su voto en su ciudad natal de Maghar, en el norte de Israel, el funcionario dijo que era "optimista" acerca de pasar el umbral electoral, aunque las encuestas hasta ahora no le dan más de cuatro escaños en la Knesset.
En las elecciones de septiembre de 2019, la Lista Árabe Conjunta (alianza de los partidos árabes de Israel) ganó 15 escaños, quedando en tercer lugar detrás del Likud de Netanyahu y del bloque centrista Kajol Labán, un récord histórico debido a la participación masiva de árabes-israelíes en el proceso electoral.
Sin embargo, para esta cuarta elección, Ra'am ha decidido apartarte de la alianza y postularse solo. "Estamos buscando una representación significativa para los árabes israelíes, una representación que pueda influir en la toma de decisiones", dijo Mansour Abbas a The Times of Israel.
Netanyahu ha descartado repetidamente la posibilidad de formar un gobierno apoyado por Ra'am y ha intentado ganarse el apoyo de los árabes por su cuenta. Hace varias semanas, el primer ministro presentó un plan especial para frenar el crimen en el sector, declarando que se habían asignado varios millones de shekels para la causa. No obstante, a pesar de las promesas y los intentos de cortejar a esta población, la tasa de apoyo entre el sector se sitúa alrededor del 9%.