Más que un ataque contra el sistema informático de Hamás, el mensaje parece destinado a los otros actores de la región: Israel será implacable con los ciberataques.
Como parte de la ofensiva denominada “Guardián de los muros”, el Ejército de Israel llevó a cabo una operación especial para eliminar la matriz informática de Hamás, con la cual la organización realizó frustrados intentos por producir ciberataques contra Israel.
En esta operación militar el ejército no se conformó con la clásica estrategia de la ciberdefensa, sino que lanzó un ataque físico que destruyó los edificios, salas de operaciones y eliminó a trabajadores informáticos de Hamás, incluido el jefe del ala informática de la organización, Juma Tahla.
El ejército no se conformó con la clásica estrategia de la ciberdefensa, sino que lanzó un ataque físico que destruyó los edificios, salas de operaciones y eliminó a trabajadores informáticos de Hamás
Las Fuerzas de Defensa de Israel saldaron así una cuenta abierta hace exactamente dos años, cuando Hamás intentó lanzar un ciberataque de importancia contra Israel. En ese momento, el Ejército israelí destruyó la sala de operaciones de la organización con un bombardeo que arrasó su edificio hasta los cimientos.
En la operación actual, las FDI profundizaron su intervención y bombardearon más de diez centros de operaciones, algunos de ellos en edificios de gran altura de Gaza, apartamentos residenciales desde los que se llevaron a cabo actividades informáticas.
Las FDI bombardearon más de diez centros de operaciones cibernéticas, algunos de ellos en edificios de gran altura de Gaza.
Junto con eso, eliminaron de manera selectiva a la mayoría de los miembros de Hamás dedicados a la actividad. Se estima que a la facción terrorista le llevará mucho tiempo rehabilitar sus capacidades cibernéticas y tal vez el ataque disuadirá a nuevo personal de alistarse en la actividad.
En el centro de esa batalla está la División de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) del Ejército de Israel. Entre sus tareas está garantizar la superioridad en el campo informático. Fue el área responsable de recopilar la información necesaria para asestar un golpe certero durante la última ofensiva.
En 2019, tras el intento de ciberataque de Hamás, el portavoz del Ejército permitió la publicación de detalles de la operación conjunta de las FDI con el Servicio de Inteligencia Interior (Shin Bet) para frustrar el intento de la organización terrorista de utilizar el espacio cibernético para dañar objetivos israelíes.
En esa oportunidad, aviones de combate de las FDI atacaron el edificio desde el que operaba el ala informática de Hamás. Pero ese intento frustrado de atacar a Israel encendió una luz de alarma para todas las áreas defensivas.
Respecto a los operarios de la matriz informática, el mensaje disuasorio es fuerte y se hace extensivo a quienes trabajan en el mismo área para Hezbollah, Irán o Turquía.
Durante dos años, la División TIC del Ejército participó de las tareas de recopilación de inteligencia sobre la fuerza cibernética de Hamás, su gente y sus lugares de trabajo. En la operación “Guardián de los Muros” esa vigilancia detectó los cambios en las locaciones del sistema y sus operadores. Luego sobrevino el ataque directo de la Fuerza Aérea para eliminar a toda la matriz, desde el jefe hasta el último de sus hombres.
Las FDI dicen que Tahla, el jefe de la red informática de Hamás, operaba de forma estrecha con la cúpula de la organización terrorista. Se estima que su eliminación representa un duro golpe en materia de información y comunicación. Respecto al resto de los operarios, el mensaje disuasorio es fuerte y se hace extensivo a quienes trabajan en el mismo área para Hezbollah, Irán o Turquía: tal vez prefiera cambiarse a un trabajo en la alta tecnología, mejores sueldos y menos riesgo de ser eliminado.
La táctica elegida por Israel, la eliminación física de la infraestructura informática ofensiva del enemigo, es una novedad a escala mundial. Por lo general, las batallas cibernéticas permanecen dentro de los confines del ciberespacio. Un ataque concentrado a toda una infraestructura informática es una innovación israelí.
Por último, cabe suponer una estrategia mayor por parte de Israel. Es difícil imaginar a los aviones de la fuerza aérea bombardeando las capacidades informáticas de Irán en Teherán. La guerra cibernética con el régimen persa se mantiene por debajo de la superficie. Más que un ataque contra el sistema informático de Hamás, que no mostró ni un logro significativo en su historial, el mensaje parece destinado a los otros actores de la región: Israel será implacable con los ciberataques.