El gobierno de Israel está avanzando en un plan sin precedentes, con un presupuesto que alcanza casi mil millones de shekels, que se invertirá en asentamientos judíos en Cisjordania. Liderando el plan está la Ministro de Misiones Nacionales, Orit Strock.
Según los datos obtenidos por Calcalist, el alcance financiero actual del plan es de 672 millones de shekels del presupuesto 2023-2024, pero el costo de algunas cláusulas dentro de él aún no se ha determinado.
Ciertos aspectos del plan se incluyeron en el acuerdo de coalición firmado por Benjamin Netanyahu con el Partido Sionista Religioso y requeriría, para apoyar el nuevo plan, que el gobierno redirigiera los fondos asignados originalmente para otros fines. Un tercio de los fondos provendrá del presupuesto del ministerio de Strock, mientras que el resto provendrá de varios otros ministerios, principalmente de los Ministerios de Finanzas, Interior y Seguridad Nacional.
Más de quinientos millones de shekels a Cisjordania
Los fondos, sin embargo, se invertirán únicamente en residentes judíos en el Área C de Cisjordania, y no incluirán a los palestinos que viven cerca, las comunidades fronterizas de Gaza o las ciudades de la periferia que históricamente no cuentan con fondos suficientes. Los funcionarios del gobierno estiman que ahora, tras la aprobación de la cláusula de razonabilidad, será más fácil para el gobierno aprobar tales asignaciones de fondos sin revisión judicial.
La razón detrás del plan es fortalecer la resiliencia de los asentamientos israelíes en Cisjordania. El objetivo declarado del plan es proporcionar asistencia a los asentamientos judíos que enfrentan amenazas terroristas. Sin embargo, contrariamente a esta explicación oficial, hay numerosas cláusulas dentro del plan que parecen estar dirigidas a expandir el asentamiento judío en la región, y sus relaciones con la defensa contra el terrorismo son difíciles de determinar.
El plan tiene una sección particularmente notable, que propone la conversión de cinco bases de las FDI en Cisjordania con el propósito de construir nuevos barrios y zonas industriales. El presupuesto exacto requerido para esto aún se desconoce, pero se estima en cientos de millones de shekels.
Hasta ahora, la eliminación de las bases de las FDI dentro de Israel ha sido financiada principalmente por los ingresos estatales generados a través de la venta de tierras para la construcción de nuevos vecindarios. Este proceso está regulado por el acuerdo Shoham 3, a través del cual se invirtieron aproximadamente 18 mil millones de shekels para reubicar las bases.
Esas bases militares están situadas en el corazón del país, en áreas donde la vivienda tiene una gran demanda, por lo que la comercialización de la tierra le ha hecho significado al Estado israelí miles de millones de shekels. En contraste, el desarrollo de tierras desocupadas por las bases de las FDI en Cisjordania probablemente no generará ingresos suficientes para cubrir los costos.
Según el borrador del plan que actualmente promueve el gobierno, la eliminación de las bases de las FDI de Cisjordania se integrará en el acuerdo Shoham 4, actualmente en negociación entre el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Defensa y la Autoridad de Tierras de Israel. En tal caso, los ingresos de las bases dentro de Israel, incluso en Jerusalem, cubrirían el déficit potencial que podría surgir de la transferencia de las bases desde la Ribera Occidental.
Más asentamientos, olim y educación judía
La eliminación de cinco bases de las FDI es sólo una cláusula destinada a promover el crecimiento de los asentamientos en Cisjordania. También incluye una sección completa dedicada a reforzar los asentamientos. El presupuesto para esta sección no se ha finalizado, pero también incluye la preparación de planes de construcción por parte del Ministerio de Vivienda y Construcción, el establecimiento de zonas industriales por el Ministerio de Economía y la planificación de carreteras por parte del Ministerio de Transporte.
En otra cláusula se asigna un presupuesto de 100 millones de shekels para el apoyo comunitario, la construcción de edificios públicos, el desarrollo de parques, el fomento del empleo y el espíritu empresarial a pequeña escala, y la asistencia a los colonos recién llegados. El Ministerio de Inmigración e Integración asignará 12 millones de shekels para promover el asentamiento judío entre posibles nuevos inmigrantes en el extranjero, exponiéndolos a oportunidades en Cisjordania.
Otra sección del plan se centra en promover la educación y apoyar los internados religiosos en los asentamientos de Cisjordania, con un costo de 137 millones de shekels. Los fondos se utilizarán, entre otras cosas, para mantener las escuelas, la construcción de nuevos edificios y asegurar el transporte dentro y entre los asentamientos.
El dinero permitirá la expansión de los asentamientos existentes y el desarrollo de otros nuevos alrededor de estas instituciones educativas. Además, se invertirán 37 millones de shekels en la infraestructura de lo que se llama el "asentamiento joven", refiriéndose a los asentamientos judíos que anteriormente se consideraban puestos avanzados no autorizados hasta que fueron aprobados recientemente por el gobierno.
Otros 184 millones de shekels están designados para cubrir los gastos de seguridad, además de los fondos que los asentamientos de Cisjordania ya reciben con el fin de mantener su seguridad.
Aproximadamente 220 millones de shekels del presupuesto del plan provendrán directamente del Ministerio de Misiones Nacionales, encabezado por Strock, que constituye más de la mitad del presupuesto total del ministerio. El ministerio invertirá 120 millones de shekels en municipios y consejos regionales de Cisjordania que cumplan con algunas condiciones establecidas por el plan, alegando que debido a su distancia del centro de Israel, necesitan ayuda para reforzar su población.
Esta parte del plan incluye una cláusula que asigna 30 millones de shekels para renovar edificios utilizados como centros de estudios judíos. Unos 40 millones de shekels del presupuesto del ministerio se invertirán en mejorar la infraestructura y las instalaciones públicas en los municipios locales, y se asignarán 50 millones de shekels para programas para aumentar la población.
El plan también incluye un presupuesto de 45 millones de shekels para establecer un nuevo hospital en Cisjordania, descripto como un "centro médico", pero incluirá departamentos como ortopedia, diálisis, imágenes, servicios de emergencia, ginecología, pediatría, audiología, oftalmología y servicios médicos especializados, esencialmente formando un complejo médico avanzado.
Las decisiones relativas a presupuestos específicos para las ciudades, o como en este caso, para una región geográfica y política distinta, plantean un dilema legal, si no pueden demostrar que la asignación de fondos se realiza de una manera que evite la discriminación entre ciudades asociadas con un partido político específico sobre otras ciudades, entre comunidades ultraortodoxas sobre comunidades seculares, o entre comunidades árabes sobre judías.
Los principios de igualdad y justicia dictan que los fondos deben distribuirse sobre la base de criterios claros y uniformes. También hay criterios legales para las áreas designadas como prioridad nacional que dan una ventaja en la asignación de recursos a las comunidades de la zona fronteriza y aquellas con un bajo nivel socioeconómico.
El programa dirigido por Strock va en contra de estos criterios, y su contenido no se alinea con los objetivos previstos.