Funcionarios estadounidenses e israelíes involucrados en las negociaciones para un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita dijeron a Ynet en los últimos días que "la normalización entre Arabia Saudita e Israel ya no es realista hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre".
A pesar del optimismo expresado por altos funcionarios de la Casa Blanca en los últimos meses, y de las conversaciones que mantuvieron sobre el tema con sus homólogos israelíes, las negociaciones han sido suspendidas en la práctica, y la administración del presidente Joe Biden ha dejado claro que no se puede llegar a un acuerdo de este tipo antes de las elecciones, y sin un alto el fuego en Gaza. La razón de esto, explica el gobierno, es que Riad no podrá justificar la normalización de las relaciones con Israel ante el mundo árabe mientras se libra la guerra en la Franja de Gaza.
La principal disputa entre Israel y Arabia Saudita, seamos claros, sigue siendo la misma, y se refiere al reconocimiento por parte de Israel en principio de un futuro Estado palestino, una exigencia que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha rechazado en varias ocasiones, incluso públicamente.
A finales del mes pasado, Netanyahu se reunió con generales estadounidenses retirados, y en un video publicado por su oficina, se le escucha advertirles, en inglés, que el eje liderado por Irán puede conquistar Arabia Saudita. Se trata de una declaración inusual que se produjo en el contexto de los esfuerzos de la administración –que, como se ha dicho, fracasaron debido a la oposición del primer ministro a la promoción incluso declarativa de un Estado palestino– para normalizar las relaciones con Arabia Saudita.
"El eje del terror iraní está en camino de conquistar Oriente Medio, de conquistar literalmente Arabia Saudita, la Península Arábiga", dijo en el video. Aunque sus comentarios fueron publicados textualmente por su oficina, se cree que tenía la intención de advertir contra la expansión de la influencia iraní, no contra la ocupación física de Arabia Saudita.