Un comité israelí se reunió este miércoles para aprobar 2.800 nuevas viviendas en asentamientos de Cisjordania. La noticia se conoce un día después de que Estados Unidos, con el presidente Joe Biden a la cabeza, emitiera su condena más enérgica hasta ahora de la construcción de asentamientos israelíes.
El consejo superior de planificación del Ministerio de Defensa, que autoriza las obras en Cisjordania, se encontró para autorizar las unidades de vivienda, y más de la mitad de ellas obtuvo la aprobación final. El inicio de la reunión fue confirmado por el organismo de defensa israelí COGAT.
La aprobación de la nueva construcción seguramente generará fricciones con Estados Unidos y Europa, enfurecerá a los palestinos y pondrá a prueba la frágil coalición gobernante de Israel, formada por partidos derechistas, centristas y de izquierda.
El martes, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que estaba "profundamente preocupado" por los planes de Israel de promover nuevos asentamientos, incluidos muchos en las profundidades de Cisjordania.
"Nos oponemos firmemente a la expansión de los asentamientos, que es completamente inconsistente con los esfuerzos para reducir las tensiones y garantizar la calma", exclamó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. Y añadió: "Daña las perspectivas de una solución de dos Estados".
Los palestinos reclaman Cisjordania, Franja de Gaza y Jerusalem Este (áreas que Israel capturó en la guerra del Medio Oriente de 1967) para su futuro Estado. De este modo, ven los asentamientos, que albergan a unos 700.000 israelíes, como el principal obstáculo para la paz, y la mayoría de la comunidad internacional los considera ilegales.
Por su lado, el Estado de Israel ve a Cisjordania, también conocido como Judea y Samaria, hogar de más de 2,5 millones de palestinos, como el corazón bíblico e histórico del pueblo judío.