Este jueves, la Knesset se reunió para terminar de aprobar el Presupuesto nacional 2022. Los congresista le dieron el visto bueno al proyecto en general en septiembre, pero ahora debaten artículo por artículo. Se espera que el paquete sea discutido durante toda la noche y hasta el viernes por la mañana.
La asamblea comenzó a debatir el miércoles por la noche, con Naftali Bennett y Benjamín Netanyahu pronunciando discursos muy opuestos. Los aliados del líder del Likud interrumpieron al primer ministro en repetidas ocasiones. De hecho, en un momento, un legislador opositor fue escoltado después de comparar al presidente de la Knesset con un "trapo de piso". A su vez, un legislador ultraortodoxo fue retirado después de maullar como un gato.
En medio de este clima, a última hora del miércoles, los congresistas aprobaron el proyecto de ley de gastos de 2021, cumpliendo con el plazo para su aprobación y evitando la amenaza de una nueva elección gubernamental. También pasó la ley de arreglos de 2022, que incluye reformas clave como el aumento de la edad jubilatoria para las mujeres, un impuesto a la congestión en el área de Tel Aviv y la reforma de certificación kosher.
De este modo, el triunfo de Naftali Bennett y Yair Lapid comienza a concretarse del todo. El primer paso de septiembre había sido clave, pero todavía faltaba llegar a un acuerdo en cada uno de los artículos que conforman el tan polémico y esperado Presupuesto nacional 2022.
Mientras la oposición buscaba prolongar la votación hasta las primeras horas de la mañana con todo tipo de estrategias, Israel Katz, ex ministro de Finanzas de Israel bajo el mandato de Netanyahu, criticó el "terrible presupuesto de recortes e impuestos" en una entrevista radial.
Por otra parte, Eitan Ginzburg, un legislador de la coalición, dijo a Army Radio que al aprobar el presupuesto de 2021, "evitamos las quintas elecciones, estabilizamos el sistema político y la economía también"
El estancamiento político prolongado en Israel llevó a la falta de un nuevo presupuesto aprobado en más de tres años y medio. De esta forma, el país estuvo funcionando con una versión prorrateada del presupuesto de 2019, algo que los economistas dicen que obstaculizó el crecimiento.
"Es un día de celebración para el Estado de Israel", dijo Bennett en Twitter después de la votación. "Después de años de caos, establecimos un gobierno, superamos la variante Delta y ahora, gracias a Dios, aprobamos un presupuesto para Israel", añadió.
Las esperanzas de Netanyahu de un rápido regreso se debilitan
El ex primer ministro Benjamín Netanyahu observaba este jueves en primera fila cómo el Gobierno que lo derrocó -después de 12 años en el poder- aprobaba un presupuesto nacional, lo que asestó un gran golpe a sus esperanzas de un rápido regreso a la máxima autoridad del país.
El hombre cuyo mandato provocó tanto protestas masivas como devoción de culto, ha sido relegado a un segundo plano como líder de la oposición, lejos de las palancas del poder y expuesto a graves acusaciones de corrupción.
"Ahora cambia el marco de tiempo para Netanyahu", dijo Anshel Pfeffer, columnista del diario de tendencia izquierdista Haaretz y biógrafo del ex primer ministro. “Aunque tampoco significa que se vaya a rendir; es incapaz de darse por vencido", añadió.
No aprobar el presupuesto antes del 14 de noviembre habría resultado en unas nuevas elecciones anticipadas, dando a Netanyahu, que está subiendo en las encuestas, una oportunidad de redención. Sin embargo, el visto bueno de la Knesset le dio aire y tiempo a Bennett.
Ante esta situación, la esperanza de Netanyahu es que la coalición, formada por ocho partidos ideológicamente diversos, implosione sobre sus propias contradicciones. De lo contrario, su próxima oportunidad llegará cuando el Gobierno rote su liderazgo en 2023, llevando al centrista Yair Lapid al poder y quizás dando a sus socios de la coalición nacionalista una razón para desertar.
Aviv Bushinsky, quien supo ser asistente de Netanyahu, dijo que al político le conviene esperar el momento oportuno como líder de la oposición, una plataforma pública desde la cual puede impugnar los cargos legales y aumentar el apoyo de los electores. “Ahora mismo no tiene prisa. No tiene nada que perder”, agregó.
Al dirigirse al parlamento el miércoles, antes de la votación del presupuesto, Netanyahu prometió continuar. "Seguiremos luchando contra este terrible Gobierno. No dejaremos piedra sin remover, buscaremos la forma de derribarlo, de devolver a Israel al camino correcto”, exclamó.