En la noche del miércoles Benjamín Netanyahu informó al presidente israelí Isaac Herzog que logró formar una coalición de gobierno con su partido Likud y aliados ortodoxos y de extrema derecha, y que está listo para asumir el rol de primer ministro de Israel por sexta vez en su carrera política.
“Gracias al enorme apoyo público que recibimos en las últimas elecciones pude establecer un gobierno que actuará en función de los intereses de todos los ciudadanos de Israel”,dijo Netanyahu durante el llamado que se produjo 12 minutos antes del vencimiento del mandato que le otorgó Herzog. Dicho plazo incluyó los 28 días que estipula la ley y una prórroga de 10 días concedida por el presidente. “Le deseo éxito”, respondió Herzog, y agregó: “El deber es actuar por el bien de todo el pueblo de Israel, y espero que todos ustedes cumplan esta misión”.
Yair Lapid, primer ministro saliente, dijo en respuesta al anuncio de Netanyahu que “Ben Gvir y Smotrich establecerán el gobierno más extremista de la historia del país”. Avigdor Liberman, ministro de Finanzas y presidente de Israel Beiteinu, también criticó a la nueva coalición: “Formaron un gobierno de oscuridad que logrará promover un Estado de halajá, que legalizará la segregación de género y enterrará la visión nacional de Herzl y Jabotinsky”.
A pesar del anuncio, y como el aviso al presidente es un paso protocolar que no exige la presentación de acuerdos firmados, dentro de la coalición continúan las discusiones entre los partidos que la integran: el Likud todavía no alcanzó acuerdos definitivos con el partido ortodoxo Yahadut HaTorá y con la facción de extrema derecha Otzmá Yehudit, encabezada por el ultraderechista Itamar Ben Gvir.
En función de estas brechas, que intentan cerrarse desde la mañana del jueves, la formación del gobierno puede retrasarse: aunque inicialmente la asunción está prevista para el próximo miércoles, una semana después de la comunicación al presidente, Netanyahu podría dilatar el evento hasta el 2 de enero, el lunes de la semana siguiente. Es decir: casi dos semanas después del llamado a Herzog.
Según el protocolo la noticia de la formación del gobierno es un mensaje oficial que debe ser entregado al presidente y también al presidente de la Knesset, y es a partir de allí que comienza a regir el plazo de una semana hasta la asunción. En función de la continuidad de las negociaciones con Yahadut HaTorá y Otzmá Yehudit, y tras ajustes internos del Likud para definir cargos claves como el ministro de Relaciones Exteriores, Netanyahu “jugará” con los plazos y decidirá en qué momento notifica a la Knesset para que comience la cuenta regresiva de una semana.