El primer ministro de Israel, Yair Lapid, dijo el domingo por la mañana que teme que el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, no reconozca los resultados de las próximas elecciones generales.
"[La oposición] ya ha comenzado a presentar peticiones al comité electoral y es posible que estén planeando un movimiento en el que si [Netanyahu] no gana, intentará cuestionar la legitimidad de las elecciones", expresó Lapid durante una entrevista con Ynet.
El primer ministro cree que el mejor resultado de las elecciones del 1 de noviembre, las quintas de Israel en menos de cuatro años, sería un gobierno de unidad nacional encabezado por su Partido Yesh Atid y el partido Likud de Netanyahu, pero sin el líder conservador que enfrenta cargos de corrupción.
"No puedes sentarte con Netanyahu porque tiene tres acusaciones. Se trata de nuestros valores, éste es un hombre que tiene serios cargos criminales en su contra. Debe terminar su juicio", añadió, "... porque las personas con cargos criminales graves no deberían ocupar altos cargos en el Estado de Israel. Distorsiona completamente todo su sistema de consideraciones, es peligroso y en su mayoría no es ético. No me sentaré con Netanyahu en el mismo gobierno. Si es absuelto, hay algo de qué hablar. Necesitamos un gobierno de unidad con el Likud, pero sin Netanyahu".
"Necesitamos un gobierno de unidad con el Likud, pero sin Netanyahu"
Netanyahu niega haber actuado mal y dice que los cargos de fraude, abuso de confianza y soborno equivalen a una caza de brujas. Pero el caso ha ensombrecido profundamente a su familia y su legado como el primer ministro con más años de servicio en Israel.
El primer ministro Lapid también agregó que duda de que Netanyahu logre formar un gobierno de coalición viable.
"Netanyahu fracasó cuatro veces en formar un gobierno, y frente a ustedes se sienta el hombre que logró formar un gobierno", dijo, aunque Netanyahu logró formar un gobierno de unidad con el ministro de Defensa Benny Gantz y su partido Azul y Blanco después del tercer ciclo electoral a principios de 2020. "Fracasará por quinta vez, e iremos y formaremos un buen gobierno para el pueblo de Israel", agregó Lapid.
Cuando se le preguntó sobre el ascenso del legislador de extrema derecha Itamar Ben Gvir en las encuestas de opinión, Lapid equiparó votar por el presidente de Otzma Yehudit con votar en contra de las FDI.
"Ben Gvir es un animal completamente diferente. Votar por Ben Gvir es votar en contra de las FDI", consideró. "Votar por Ben Gvir es votar por las personas que atacan al comandante del 202º batallón [de la Brigada de Paracaidistas] y sus soldados. Es votar abiertamente en contra de las FDI", añadió el primer ministro israelí.
Lapid también promocionó la represión de su gobierno contra el terrorismo palestino y abordó las afirmaciones de que el sentido de seguridad personal de los israelíes se ha deteriorado en los últimos meses.
"El terrorismo ha levantado la cabeza incluso antes del establecimiento del Estado, siempre hubo terror y siempre habrá terror", comentó.
"No puedo discutir con los sentimientos, conozco los hechos. El Shin Bet me trajo datos hace tres días según los cuales hemos evitado 370 ataques terroristas sólo en los últimos meses. Nosotros, y no lo digo con alegría, hemos matado a más terroristas en el último año de los que han sido asesinados aquí durante muchos, muchos años. Estamos trabajando intensamente para garantizar la seguridad, pero la pretensión de la oposición de que el terrorismo ha comenzado ahora es ridícula. Después de todo, los israelíes fueron asesinados aquí y hubo ataques terroristas aquí durante toda la existencia del estado. Yo era el jefe de la oposición y nunca culpamos al gobierno por esto, porque somos personas responsables", expresó el mandatario israelí.
El 22 de septiembre, Lapid pronunció un discurso en la Asamblea General de la ONU en el que invocó la solución de dos estados para el conflicto israelí-palestino, algo que sus predecesores, Benjamin Netanyahu y Naftali Bennett, evitaron.
Recibió críticas por la medida de legisladores de derecha, incluidos miembros de su propia coalición, y algunos afirmaron que eligió hacerlo sólo por razones políticas, pero Lapid dijo que está seguro de que hizo lo correcto.
"En primer lugar, el trabajo de un primer ministro israelí es trazar un camino a seguir para su país, eso es lo que debo hacer", dijo. "Creo en dos estados para dos pueblos, pero tenemos que recordar las advertencias a eso: nunca aceptaremos el derecho de retorno, nunca dividiremos Jerusalem, ni siquiera un vecindario en el este de la ciudad, y los principales bloques de asentamientos permanecerán en Israel", aclaró.
"Y, por supuesto, sin los arreglos de seguridad que requiere el establecimiento de defensa, no iremos por tal movimiento en absoluto. Dicho esto, el Estado de Israel tiene que decidir si quiere controlar a tres millones de palestinos en Jenin, Nablus y Ramallah que nos odian o romper con ellos. Si me preguntas, bajo las condiciones adecuadas y con las garantías adecuadas, queremos romper con ellos", aseguró.
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Fuerzas israelíes durante la actividad antiterrorista en Nablus.
(Unidad de Prensa de las FDI)
A pesar de dirigirse a las próximas elecciones como primer ministro, Lapid parece tener una montaña que escalar en su camino hacia la formación de un gobierno.
Las encuestas de opinión proyectan que su bloque de centroizquierda tendrá dificultades para obtener una mayoría en la Knesset sin el respaldo de la alianza predominantemente árabe y antisionista Hadash-Ta'al.
Además, los socios de coalición de Lapid, el Partido Laborista, Meretz y Ra'am, están tambaleándose por encima del umbral electoral y si incluso uno de ellos no reúne suficiente apoyo podría significar la ruina para sus esperanzas de mantener el cargo de primer ministro.
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Los colíderes de Hadash-Ta'al, Ahmad Tibi y Ayman Odeh. Sin este sector árabe, tal vez Lapid no pueda formar gobierno.
(Hadash-Ta'al)
Su ministro de Defensa, Benny Gantz, también se presenta como un candidato que puede formar el próximo gobierno, basado en la percepción de que los aliados ultraortodoxos de Netanyahu aceptarían unirse a un gobierno liderado por el ex jefe de las FDI en lugar de Lapid.
Lapid evitó responder preguntas sobre la composición de su posible gobierno, pero sólo estaba dispuesto a comprometerse a que Hadash-Ta'al no formaría parte del gobierno.
"Lo hemos dicho mil veces", dijo. "Ellos no quieren ser parte del gobierno, y especialmente yo no".