Tres mujeres y un hombre murieron apuñalados en las inmediaciones de un centro comercial de Beer Sheva, en uno de los atentados terroristas más graves de este tipo que se recuerde en los últimos años.
Alrededor de las 16.15 del martes (horario israelí) la policía recibió una denuncia sobre un empleado de una gasolinera que fue encontrado inconsciente luego de ser apuñalado. Poco después se determinó su muerte, y casi en simultáneo los equipos de rescate recibieron información sobre un hombre que estaba atacando personas en el centro comercial Big.
Tras acuchillar al empleado de la gasolinera, el asesino atropelló a un ciclista hasta matarlo. Luego se bajó del vehículo y asesinó a puñaladas a una mujer que poco después murió por las heridas. Nuevamente en su automóvil, impactó contra otro vehículo y apuñaló a otro ciudadano. Otras dos personas resultaron moderadamente heridas en el incidente y fueron evacuadas al hospital Soroka.
Yaniv, gerente de una tienda de la zona cercana al centro comercial, contó que presenció el atentado: “Le grité al terrorista que soltara el cuchillo para ganar tiempo”, declaró. Otro testigo dijo que vio cuando el terrorista salió del vehículo y apuñaló indiscriminadamente a un hombre mayor. “Cuando la víctima se desplomó no supo qué hacer, sabía que no tenía manera de escapar porque había destrozado el auto”, relató.
Videos capturados en el momento del ataque muestran al terrorista amenazando con un cuchillo a transeúntes y a un conductor de autobús que durante unos segundos le apuntó con un arma, hasta que un joven apareció en escena y le disparó al atacante por la espalda en varias oportunidades, hasta provocarle la muerte.
El atacante fue identificado como un residente de una aldea beduina cercana a Beer Sheva que simpatizaba con el grupo terrorista ISIS, y que en el pasado había intentado llegar a Siria.
La organización terrorista Yihad Islámica calificó el atentado como un “ataque heroico” y lo definió como “una respuesta a los crímenes del terrorismo sionista”. El texto afirma que “Israel está viendo nuevamente que nuestro pueblo no se rendirá y no dejará caer la bandera de la resistencia”. La agrupación Hamás también celebró el ataque y señaló que “la resistencia continuará mientras continúe la ocupación”.
Naftalí Bennett, primer ministro de Israel, envió condolencias públicas a los familiares de los israelíes asesinados y felicitó a “los civiles que dispararon contra el terrorista y evitaron más bajas demostrando ingenio y coraje”. Por su parte Benny Gantz, ministro de Defensa, prometió que “cualquiera que aliente o apoye los ataques recientes pagará el precio”.