Estados Unidos hizo saber a Israel que entregar el control de Cisjordania al ministro de Finanzas de extrema derecha, Bezalel Smotrich, sería considerado por Washington como equivalente a anexar territorio palestino, informó el jueves el portal israelí Walla.
Como ministro de Finanzas, Smotrich supervisa las organizaciones del Ministerio de Defensa que son responsables de hacer cumplir algunas regulaciones en Cisjordania, lo que le otorga poderes significativos sobre el territorio. Si su alcance debe extenderse aún más a expensas del Ministerio de Defensa es objeto de ardientes debates entre funcionarios del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Según los términos del acuerdo de coalición, la Administración Civil queda bajo la jurisdicción de Smotrich, quien, además de ser ministro de Finanzas, también tiene el título de "ministro en el Ministerio de Defensa". Sin embargo, los detalles del acuerdo para compartir el poder entre los ministerios aún se están negociando entre Smotrich y el ministro de Defensa, Yoav Galant.
Según Walla, la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Asuntos del Cercano Oriente, Barbara Leaf, expresó la semana pasada al director del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, que Washington estaba "profundamente preocupado" por la reciente escalada israelí-palestina, y que empoderar a un partidario del proyecto de asentamientos, como Smotrich, sería visto como algo parecido a la anexión de Cisjordania.
El informe citó a altos funcionarios estadounidenses e israelíes no identificados. De acuerdo con estos mismos informes, las conversaciones de Leaf con altos funcionarios del establecimiento de seguridad tuvieron lugar durante su viaje a la región a fines del mes pasado. La escalada a la que se refirió incluyó dos ataques terroristas en Jerusalem contra civiles, incluida una masacre fuera de una sinagoga donde un palestino mató a tiros a siete israelíes.
A principios de esta semana, Smotrich expresó que "no habrá congelamiento de la construcción en Judea y Samaria". Al cierre de este artículo otro atentado conmovía a Jerusalem, cuando un ciudadano árabe-israleí, residente en Jerusalem Este, atropelló a varias personas en una parada de autobuses, provocando al menos dos muertes, entre ellos un niño de 6 años, y varios heridos de gravedad.