Exactamente 75 años después, Ynet obtuvo la grabación inédita de la sesión del 29 de noviembre de 1947 que precedió a la votación de la Resolución 181 sobre la partición del Mandato de Palestina gobernado por los británicos en un Estado judío y un Estado árabe.
Tailandia fue el único de los 57 Estados miembros del organismo internacional que se ausentó de la votación, mientras que el resto votó a favor, en contra o se abstuvo.
El brasileño Oswaldo Aranha, entonces presidente de la Asamblea General de la ONU, leyó el recuento final: 33 a favor, 10 abstenciones y 13 en contra.
Aunque la famosa sesión de la ONU se convirtió en una parte obligatoria de los planes de estudio de la escuela primaria en Israel, la grabación completa y sin cortes parecía haberse perdido en el tiempo.
De hecho, Ynet se puso en contacto con los Archivos del Estado, los Archivos de la Knesset, la Biblioteca Nacional y muchos otros, con la esperanza de conseguir la grabación completa, pero fue en vano.
En el carrete de audio de hace décadas que llegó a la redacción, envuelto en una carcasa metálica oxidada con una pegatina que decía "ONU vote 29/11/1947", la grabación de la sesión dura casi siete minutos.
El carrete se encontró hace años en la basura junto con otras grabaciones históricas importantes, como una entrevista con Nachum Goldman, una figura prominente de la dirección sionista de la época que participó en los esfuerzos de presión para persuadir a los Estados miembros de la ONU de que votaran a favor de la resolución.
El carrete fue desechado tras la disolución de la Autoridad de Radiodifusión de Israel, la emisora pública israelí hasta 2017, pero se salvó gracias a los transeúntes que reconocieron su importancia.
Ese carrete llegó a manos de Eyal Ilya, coleccionista privado y director de la casa de subastas Pentagon Auctions.
"Es uno de los objetos más importantes que me llegó, sobre todo desde el punto de vista histórico", contó. "Recibí artículos de la Autoridad de Radiodifusión antes. En algunos casos, tuve que recurrir a los litigios para conservarlos. Esta grabación se subastará por cientos de miles de dólares. Con suerte, acabará llegando a un museo o a algún archivo importante de Israel", agregó.
"Esta es la única grabación completa que existe, lo cual es una locura. El precio inicial que se pide es de 200.000 dólares. Vale bastante más, pero por algo hay que empezar", confesó.
"Todavía no puedo estimar el precio final. Las grabaciones digitales están bien, pero creo que es imprescindible conservar el propio carrete físico".
"Con gente rica en el extranjero, judíos... sí, se puede alcanzar la cifra de 100.000 dólares. Es una locura de historia", remarcó.
La gente bailaba en las calles de Tel Aviv y Jerusalem
El carrete fue autentificado por Photo Linof, un laboratorio de grabación y estudio fotográfico con sede en Tel Aviv.
"Es un carrete muy antiguo", manifestó el propietario del estudio, Ofer.
"Tuvimos que convertirlo en una cinta de media pulgada en un proceso especializado para maximizar la calidad del audio", completó.