Días después del incidente que conmocionó al mundo y cambió las versiones que no contribuyeron a la credibilidad del ejército, las FDI decidieron iniciar una investigación en profundidad sobre el asesinato de los paramédicos en Rafah. El nuevo jefe del Comando Sur, Yaniv Asor, está investigando personalmente el incidente y presentará los hallazgos preliminares al jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, mañana domingo.
Cabe señalar que el incidente en sí tuvo lugar el 23 de marzo, hace casi dos semanas, con la reanudación de los combates y el colapso del alto el fuego. Entre otras cosas, se examinó si hubo errores tácticos por parte de la fuerza Golani que operaba al oeste de Tel a-Sultan en Rafah. De acuerdo con la investigación inicial, la fuerza abrió fuego contra un vehículo terrorista de Hamás desde una emboscada secreta después de seguir a un vehículo de la policía de Hamás. A las 18, un convoy de ambulancias llegó al lugar.
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Los rescatistas se acercan a la ambulancia que se desvió de la carretera, antes de que comenzara el tiroteo
(New York Times)
Según la investigación inicial, las FDI afirman que no hubo coerción por parte de esos paramédicos, ni hubo ninguna confirmación del asesinato. Se afirmó que el fuego de la fuerza provino de una emboscada, es decir, no de corta distancia. El comandante adjunto del batallón Golani recogió los cadáveres y los cubrió con una red, marcó el lugar donde tuvo lugar el incidente y pidió a los representantes de las Naciones Unidas que acudieran al lugar.
Al día siguiente, llegó el personal de la ONU, y la razón para usar una red de cobertura, según el ejército, fue que los perros, hienas o chacales no fueran a comer y mutilar los cuerpos. La investigación también reveló que la fuerza pensó que estaba siendo atacada, se sintió amenazada y, por lo tanto, abrió fuego.
Mientras tanto, las FDI continuarán sus investigaciones, después de que el incidente causara una gran conmoción en los medios de comunicación internacionales, y después de la farsa de cambiar las versiones y el video publicado en el New York Times desmintiera las afirmaciones de los militares.
