El ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, viajará este lunes a Bruselas para reunirse con el Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, con la amenaza iraní como prioridad en la agenda.
El objetivo de la reunión es mejorar las relaciones con Borrell y persuadirle para que adopte una postura más dura contra Teherán durante la reunión de junio de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena.
Jerusalem impidió anteriormente que Borell visite el Estado judío y los territorios palestinos debido a sus críticas a las políticas de asentamientos y a las actividades de las Fuerzas de Defensa de Israel en Cisjordania.
A pesar del interés expreso de Borrell por visitar Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores declaró firmemente que no es bienvenido debido a su comparación del terrorismo palestino con las actividades de las FDI y su defensa de un nuevo acuerdo nuclear con Irán.
El ex ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, también se enfrentó a Borrell por la República Islámica el año pasado, después de que éste viajara a Teherán en medio de la reanudación de las negociaciones del acuerdo nuclear. Lapid calificó entonces la medida de "error estratégico" y perjudicial para la seguridad de los ciudadanos israelíes.
Aparte de su postura en asuntos políticos y militares, los comentarios de Borrell sobre el estado de la democracia en Israel durante una reciente audiencia en el Parlamento Europeo tampoco sentaron bien al gobierno, ya que los funcionarios le acusaron de interferir en los asuntos internos de Israel.
Aunque Borrell aclaró que la UE no tiene intención de intervenir en los asuntos israelíes, afirmó que el Parlamento Europeo tiene derecho a debatir el asunto de acuerdo con sus valores en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores Cohen también arremetió el sábado contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, después de que enviara un inusual mensaje de vídeo pregrabado que se reprodujo durante la principal concentración contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno en Tel Aviv.
Cohen respondió que "los opositores a la reforma no tienen límites, incluido el intento de perjudicar la posición internacional de Israel" y que "ningún partido extranjero decidirá por el público en Israel, y estoy seguro de que Sánchez no tiene esa intención".