Un funcionario israelí de alto rango conversó este lunes con periodistas israelíes y afirmó que el objetivo de Israel es atacar a Irán en su propio territorio.
“El objetivo es molestarlos en su casa para que se tengan que ocupar de ellos mismos, que pierdan dinero y energía”, expresó la fuente, quien explicó que durante años Israel se ocupó de debilitar a afiliados a Teherán en lugar de ocuparse directamente de ellos. “Es algo que no ocurrirá en uno o dos años”, aclaró.
El funcionario afirmó que “el 70% de los problemas de seguridad de Israel se originan en Irán” y detalló la influencia iraní sobre los grupos terroristas que amenazan a Israel: “Financia el 100% de los presupuestos de Hezbollah y la Yihad Islámica, y alrededor del 20% de Hamás”.
“Durante 30 años se las arreglaron para colocar a todos estos actores a nuestro alrededor y acosarnos, para que nuestras vidas sean cortas, amargas, miserables y difíciles. Hace años que luchamos contra brazos iraníes y no hacemos nada frente a la raíz del problema, que está sentado a mil millas de distancia sin ningún problema”, argumentó.
El funcionario israelí dijo que Israel encabeza “una campaña larga, constante y multidimensional” para debilitar a Irán y enumeró una variedad de cursos de acción “económicas, políticas, antiterroristas, encubiertas, abiertas, cibernéticas y en otras áreas”.
La fuente afirmó que el gran desafío del gobierno de Bennett es reducir la brecha entre la retórica del gobierno de Netanyahu sobre el problema iraní y la realidad sobre el terreno. “Hay un enorme cambio en la percepción del tema y de los objetivos, asignamos cientos de millones de shekels para reparar esa brecha”, sostuvo.
Además, el funcionario se refirió a la posibilidad de acercar posiciones con Turquía, después de años de tensiones diplomáticas. “No son muy amigos de Irán, por decirlo de alguna manera, así que no hay ningún motivo que nos impida actuar para formar alianzas”, aseguró, aunque aclaró que el acercamiento con Ankara se intentará “lentamente y con mucha cautela”.
