En el marco de las amenazas de las organizaciones terroristas palestinas y a un año del estallido de la Operación Guardián de los Muros, en la edición anterior de la Marcha de las Banderas, al menos 15.000 personas se reunieron en la tarde del domingo en la calle King George, en el centro de la capital, para conmemorar el Día de Jerusalem.
Una multitud se dio cita con banderas israelíes antes de la marcha a través de la Puerta de Damasco hacia el Muro de los Lamentos, pero debido al intenso tráfico, las multitudes comenzaron a marchar hacia la Ciudad Vieja incluso antes de que los organizadores anunciaran oficialmente la marcha.
En la propia Ciudad Vieja, se produjeron enfrentamientos entre judíos y árabes, y la policía interceptó un dron que hacía flamear una bandera palestina, por temor a incidentes.
Los enfrentamientos en la Ciudad Vieja estallaron cuando, horas antes del inicio del desfile, comenzaron a marchar de forma improvisada grupos de judíos ortodoxos con banderas israelíes. Al enfrentarse con grupos de residentes árabes comenzaron los incidentes y varias personas fueron arrestadas.
Entre los asistentes a la marcha se encontraba el rabino Haim Druckman, de 89 años, director de un importante instituto de Bnei Akiva, y el mayor de los rabinos del sionismo religioso. “La lloramos durante dos mil años, hoy la celebramos. Volvimos a ella y ella volvió a nosotros, ¡Bendito sea Dios!”, dijo el rabino en referencia a Jerusalem.
Los eventos por el Día de Jerusalem comenzaron temprano en la mañana, y a las 7 a.m. muchos judíos comenzaron su visita al Monte del Templo. Por la tarde, la policía dijo que un total de 2.600 judíos habían visitado el sitio sagrado, un número récord de visitantes judíos al complejo en un día. Los judíos que rezaron en el Monte del Templo en violación de las reglas fueron expulsados del complejo.
En una reunión de gabinete celebrada al mediodía, el primer ministro Naftalí Bennett pidió que el desfile se realice "de manera responsable y digna". Bennett, quien el viernes pasado finalmente aprobó el esquema de la marcha para que también pasara por la Puerta de Damasco -a pesar de las amenazas de las organizaciones terroristas palestinas y las súplicas de figuras políticas en el mundo que temen una escalada- reiteró que esta es la ruta regular de la marcha, que se ha celebrado durante 30 años. “Ondear la bandera israelí en la capital israelí es algo normal, por lo que tuvimos claro el tema desde el primer momento”, dijo y expresó su agradecimiento por la tarea de los miles de policías que vigilan las calles de la capital.
Más de 3.000 policías y guardias fronterizos, reforzados por tres compañías de reservistas fueron reclutados y están desplegados en los puntos álgidos de la capital.
Al mismo tiempo, el establecimiento de defensa se mantiene atento a la Franja de Gaza por temor al disparo de cohetes. La Fuerza Aérea aumentará la cantidad de baterías de la Cúpula de Hierro en todo el país, y los mensajes transmitidos a Hamás a través de Egipto afirman que las FDI responderán con fuerza si la organización terrorista decide lanzar cohetes contra territorio israelí.
La tensión proviene del hecho de que la Operación Guardián de los Muros estalló hace exactamente un año, durante el Día de Jerusalem de 2021. El entonces primer ministro Benjamín Netanyahu decidió a último momento que el desfile de banderas no pasaría por la Puerta de Damasco debido a la gran tensión que reinaba en ese momento, pero Hamás también exigió la "retirada" de las fuerzas israelíes de la Puerta de Damasco y el barrio Sheikh Jarrah.