Este jueves se registró un nuevo incidente en el frente de seguridad naval, cuando un barco cuyo propietario es israelí fue impactado por un misil en el mar Arábigo, un hecho que en Jerusalem entienden como un ataque deliberado de Irán.
El barco “Lori”, perteneciente al empresario israelí Udi Angel, se dirigía desde Tanzania hacia India y en medio del trayecto fue alcanzado por un misil de pequeñas dimensiones. No se reportaron heridos y la nave no sufrió daños graves.
El incidente fue reportado al sistema de defensa de Israel, así como a los propietarios de la empresa naviera con sede en Haifa. Las autoridades informaron que el barco seguirá su ruta prevista y estiman que se trata de una “venganza” por el ataque al barco iraní Shahr e Kord, que sufrió daños hace dos semanas frente a la costa de Siria en un hecho que Teherán atribuyó a Israel.
Ron Ben Yishai, columnista especializado de Ynet, afirmó que Irán tiene tres razones para generar un clima de tensión con Israel en las rutas marítimas: vengarse y disuadir a Israel para que no dañe barcos iraníes, elevar el precio del petróleo a través de un aumento de los costos de transporte derivado de este nuevo componente de riesgo, y presionar a la administración estadounidense y sus aliados en el Golfo.
Los ataques se producen cerca de la costa iraní, donde el régimen tiene más recursos militares para hacerlo, ya sea a través de los rebeldes hutíes aliados o la Guardia Revolucionaria.
El barco iraní Shahr e Kord fue atacado poco después de una explosión en un barco israelí en el Golfo de Omán, que importantes funcionarios israelíes atribuyeron a Irán, más allá que desde Teherán desmintieron esa versión.
Poco antes de ese hecho, el periódico estadounidense Wall Street Journal publicó un informe que sostenía que desde 2019 las fuerzas israelíes habían atacado al menos 12 barcos que se dirigían desde Irán hacia Siria con cargamentos de petróleo. Según fuentes estadounidenses, algunos de esos operativos perseguían el objetivo de evitar la transferencia de armas hacia Damasco.
Desde Washington señalan que estos petroleros sirven para financiar a la Guardia Revolucionaria esquivando las sanciones económicas que recaen sobre Irán y Siria. Según estas fuentes, en ocasiones transportan petróleo por un valor de cientos de millones de dólares y los capitanes de los barcos mienten en sus declaraciones de cargamento, usan petroleros viejos para no ser descubiertos, e incluso mudan los barriles de un barco hacia otro en el medio del mar para no ser localizados.