El Tribunal Superior de Justicia de Israel dictaminó hoy (miércoles) por una mayoría de 10 a 1 que Aryeh Deri no podrá ocupar un cargo de ministro en el nuevo gobierno y que, en consecuencia, queda sobre el primer ministro Benjamín Netanyahu la responsabilidad de destituirlo.
El fallo señala que la decisión fue tomada "por su acumulación de condenas penales" y también "por la presentación que Deri hizo ante el Tribunal de Paz, según la cual se retira de la vida política, y su conducta posterior".
La decisión de la Corte Suprema provocó una tormenta política, de la cual hoy se presentaron las primeras expresiones y aún se esperan nuevos episodios en los próximos días.
El movimiento Shas, al que Deri pertenece y el cual lidera, anunció que está estudiando la decisión de la Corte y definirá sus pasos a seguir de acuerdo al Consejo de Sabios de la Torá. Los miembros de la coalición dijeron que, a pesar del fallo, Deri servirá como ministro.
Por otra parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que "si no se despide a Deri, Israel se sumergirá en una crisis constitucional sin precedentes".
El movimiento Shas emitió un comunicado en el cual expresó que “algo se cayó en Israel”. “El Tribunal Supremo, que dice cuidar de las minorías, tiró hoy por la borda las voces y los votos de 400.000 votantes del movimiento Shas, que representa a los más desfavorecidos de Israel, que acudieron a las urnas hace apenas dos meses. Hoy, la Corte dictaminó que las elecciones no tienen sentido”, señalaron.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo que la decisión de la Corte es una muestra más de la necesidad de una reforma judicial. "Hoy quedó claro que la corte, que no es electa, no está interesada en compromisos. Los que están dando un golpe de Estado legal sin acuerdo ni negociación, no asumen que el pueblo se expresó en las últimas elecciones de manera decisiva", señaló.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que “si no se despide a Aryeh Deri, el gobierno israelí está violando la ley. Un gobierno que no obedece la ley es un gobierno ilegal. Ya no puede exigir que los ciudadanos obedezcan la ley. Si no se despide a Aryeh Deri, Israel caerá en una crisis constitucional sin precedentes y dejará de ser una democracia y un estado de derecho”.