Los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Unión Europea decidieron, de manera unánime, renovar la convocatoria del Consejo de Asociación con Israel, después de 10 años en que se celebró la última reunión en este marco.
El Consejo de Asociación fundado en 1995 proporciona un marco legal a la relación entre Israel y la UE, y establece un espacio de reuniones ministeriales anuales en diferentes áreas: económicas, comerciales, políticas, culturales, sociales, de salud y más.
La última reunión del Consejo de Asociación con Israel fue en 2012. En 2013 fue Israel quien suspendió la convocatoria debido a directivas europeas que crearon una distinción entre el territorio israelí previo a 1967 y Judea y Samaria, área que hubiera quedado excluido de los acuerdos.
Desde entonces hubo varios intentos de recuperar el Consejo, pero fracasaron por el estancamiento de las negociaciones políticas entre Israel y la UE. En agosto de 2020, tras la decisión israelí de suspender la anexión de territorios de Cisjordania, se escucharon voces europeas que buscaban recuperar el Consejo de Asociación.
El actual primer ministro israelí Yair Lapid, quien hace un año asumió el rol de canciller, se fijó como objetivo mejorar las relaciones con la Unión Europea y renovar la convocatoria del Consejo de Asociación. “Que los 27 ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea voten a favor de fortalecer los lazos económicos y políticos con Israel es una prueba del poder político y la capacidad del gobierno israelí de crear nuevas oportunidades con la comunidad internacional”, celebró Lapid.
El interés europeo en mejorar el vínculo con Israel transmite a los países europeos y al sector empresarial que vale la pena hacer negocios con Israel. Y puede derivar en acuerdos prácticos, como la posibilidad de que los ciudadanos israelíes disfruten de un servicio de roaming cuando arriban a un país de la UE, y no deban comprar un paquete de datos para realizar llamadas desde sus teléfonos celulares.
Pero, en época de elecciones en Israel, este avance también puede convertirse en un problema para Lapid si, por ejemplo, los europeos plantean condiciones para la recuperación de la cooperación a través del Consejo, como la exclusión de Judea y Samaria en los acuerdos que se tracen.