Al menos siete israelíes murieron y otros diez resultaron heridos en un ataque terrorista a tiros, cerca de una sinagoga en Jerusalem, informaron este viernes los servicios de urgencias médicas Magen David Adom. El ataque es uno de los más mortíferos de la historia reciente de Israel.
El agresor fue abatido a tiros y los heridos fueron trasladados al hospital Hadassah Mount Scopus. La policía israelí informó de que el ataque se produjo en el asentamiento de Neve Ya'akov, en Jerusalem Este.
Según la policía, el tirador conducía un coche y abrió fuego contra los fieles fuera de una sinagoga local que duró "varios minutos", y agregó que el atacante era un residente del campo de refugiados de Shuafat, al este de Jerusalem.
Se desplegaron fuerzas especiales de seguridad en el lugar de los hechos para localizar a los posibles ayudantes del atacante.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu manifestó que iba a celebrar una reunión de emergencia tras el ataque. El ministro de Defensa, Yoav Galant, regresó a Israel de una visita oficial tras el atentado.
Fadi Dekidek, paramédico de la MDA, fue uno de los primeros en llegar al lugar del atentado: "Vimos a una mujer y a cuatro hombres tendidos a un lado de la carretera. Tenían heridas de bala y no daban señales de vida. Tuvimos que declarar su muerte en el acto. Otros tres heridos, entre ellos un niño y una mujer de 70 años, fueron evacuados en estado crítico", aseguró.
Estados Unidos condenó el atentado terrorista, según declaró el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel. Patel dijo a los periodistas en una rueda de prensa que funcionarios estadounidenses estaban en contacto con sus homólogos israelíes y que no esperaba cambios en la visita del Secretario de Estado, Antony Blinken, a Israel la próxima semana.
Los asesinatos se produjeron un día después de que las tropas israelíes mataran a nueve palestinos en Jenín, en la incursión más mortífera en Cisjordania en años.
El portavoz del grupo terrorista Hamás calificó el ataque de "acción heroica de venganza por la masacre de Jenín".
Un alto cargo de la Jihad Islámica en la Franja de Gaza también elogió el ataque: "El tiroteo es una señal de que Cisjordania y la Franja de Gaza están unidas contra el enemigo israelí".