El diario israelí Haaretz informó el martes que la esposa del primer ministro, Sara Netanyahu –en una pequeña reunión con familiares de los secuestrados–, acusó a los líderes militares de "querer llevar a cabo un golpe militar" contra su esposo, Benjamin Netanyahu. Según el informe, en una reunión celebrada la semana pasada, a la que asistieron representantes de algunas familias, Netanyahu repitió varias veces la declaración de que no confía en los altos funcionarios de las FDI. Algunos otros miembros de familiares –que, cabe señalar, estuvieron presentes en la reunión– no escucharon a Sara Netanyahu decir esas palabras.
Durante la conversación, según el informe, las familias interrumpieron a Netanyahu y le dijeron que no podía decir que no confiaba en el ejército, porque el destino de sus hijos dependía de ello. En respuesta, ella aclaró sus comentarios y dijo que su falta de confianza no está en todo el ejército israelí, sino en sus altos mandos, e insistió en que querían llevar a cabo un golpe de Estado. Netanyahu repitió esta declaración más de una vez en la conversación.
Dado que se trata de acusaciones bastante inusuales, las dichos de Netanyahu llamaron la atención de altos oficiales militares, según el informe. Además de los representantes de las familias, a la reunión también asistieron oficiales del ejército.
Una declaración en nombre de Netanyahu dijo: "La plaga de filtraciones falsas, tendenciosas e incesantes sobre la señora Netanyahu es una gran injusticia".
Varios familiares secuestrados que asistieron a la reunión afirman que Netanyahu no hizo la declaración. Idan Baruch, hermano de Uriel Baruch, cuyo cuerpo está en manos de Hamas después de haber sido secuestrado y asesinado el 7 de octubre, dijo sobre el informe de Haaretz: "Nunca hubo una declaración así, es una mentira".
Talik Guili, madre del sargento mayor Ran Guili, un soldado de la Unidad Especial de Patrulla cuyo cuerpo también está retenido en Gaza después de que fuera asesinado y secuestrado el 7 de octubre, también dijo que la esposa del primer ministro no hizo esa declaración. "Asistí a la reunión con el primer ministro y la señora Sarah, y ella no dijo ni insinuó nada supuestamente relacionado con lo que se publicó en Haaretz. Otras familias que estuvieron en la segunda reunión también afirman que nunca la hubo", dijo.
El ataque sin precedentes tuvo lugar durante una reunión que tuvo lugar pocos días después del ataque a líderes militares por parte del hijo del primer ministro, Yair Netanyahu, en las redes sociales. A principios de este mes, el hijo de Netanyahu –que ha estado en Miami durante el último año y en los últimos días ha sido documentado en un video obtenido por Ynet en Guatemala–, calificó de "fracasos totales" al jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi; el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y el jefe de Inteligencia Militar saliente, Aharon Haliva.
Más tarde, Netanyahu tuiteó sobre la decisión del Tribunal Superior de suspender el examen del contralor estatal Mattanyahu Engelman, y escribió: "¿Qué están tratando de ocultar [los jefes militares]? Si no hubo traición, ¿por qué tienen tanto miedo de que partes externas e independientes investiguen lo que sucedió?"
Una declaración en nombre de Sarah Netanyahu dijo: "Desde el comienzo de la guerra, la señora Netanyahu ha estado actuando por iniciativa propia en nombre de las familias de los secuestrados, las familias en duelo, las familias de los asesinados y en todos los círculos de dolor que acompañan a esta difícil guerra, y ayudando tanto como puede. Por lo tanto, la plaga de filtraciones falsas, tendenciosas e incesantes sobre la señora Netanyahu es una grave injusticia. A pesar de las voces que tratan de dañarla y desalentarla, la señora Netanyahu continuará su trabajo en nombre de los heridos en la guerra y reza por el rápido regreso a casa de los 120 secuestrados".
