Los eventos que conmemoran el 27° aniversario del asesinato de Rabin comenzaron hoy (domingo) con una ceremonia en la Residencia Presidencial. El presidente Isaac Herzog pronunció un discurso.
“En la vida de una nación, en la historia de un pueblo, 27 años son un abrir y cerrar de ojos. Para los procesos reales, para las transformaciones profundas que cambian la realidad, se requiere más tiempo para dejar una huella real. Sin embargo, en el caso del asesinato de Rabin, la dimensión del tiempo parece tomar un significado diferente, y estos 27 años parecen casi una eternidad. Cuánto hemos pasado desde que fue asesinado, cuánto hemos conocido desde entonces, como nación y como individuos", expresó.
“Casi la mitad de los actuales residentes de Israel no habían nacido. Los jóvenes a la luz de las velas que llenaron la plaza inmediatamente después del asesinato tienen hijos adolescentes. Y por otro lado, parece que no ha cambiado mucho, o no ha cambiado lo suficiente, cuando una y otra vez se revelan en la sociedad israelí señales alarmantes de incitación y escalada de violencia que carcome los cimientos de la democracia. Señales que apuntan a una dificultad profunda y fundamental en nuestra capacidad para manejar una disputa, en nuestra capacidad para superar y navegar nuestro país y nuestras vidas juntos”, continuó Herzog.
El presidente Herzog llamó a un diálogo entre los diversos grupos de la sociedad israelí: “Una vez más se lanzaron al aire acusaciones de traición, y nuevamente se escucharon comparaciones con los nazis. El espacio público y las redes sociales se llenaron de violencia. Este es el momento de bajar las llamas y mostrar responsabilidad.
"El Estado de Israel está comprometido con el espíritu de la Declaración de Independencia. Israel es un estado judío y democrático, comprometido con el estado de derecho y con la dignidad y los derechos humanos; Y la sociedad israelí debe luchar y mantenerla como tal, contra todos aquellos que encienden los fuegos del odio y la división", agregó.
En la tarde israelí tendrá lugar el servicio conmemorativo estatal en la sección dedicada a los grandes líderes del Estado de Israel en el cementerio Monte Herzl, en Jerusalem. Allí hablarán el presidente Herzog y el primer ministro Yair Lapid, que hará su primera aparición pública tras conocerse los resultados electorales.
No está claro si el líder de la oposición y primer ministro designado, Benjamín Netanyahu, asistirá al evento. En la ceremonia del año pasado, Netanyahu evitó asistir luego de que en años anteriores mantuviera discusiones con los familiares de Rabin.
