Tras el histórico acuerdo alcanzado entre Israel y Emiratos Árabes Unidos para normalizar las relaciones entre ambos países, Jerusalem busca que otras naciones del Golfo Pérsico, y musulmanas en general, sigan los pasos de Abu Dhabi y establezcan relaciones formales con el Estado judío.
En una entrevista exclusiva con Ynet Español, el rabino Marc Schneier, asesor del rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, y director de la Fundación para la Comprensión Étnica (FFEUU, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, se mostró optimista respecto de la situación en Medio Oriente.
El rabino cree que otros países de la región normalizarán las relaciones con Jerusalem y aseguró que, más allá de cuestiones políticas, la religión juega un factor muy importante en estos acercamientos entre el Estado judío y el mundo islámico.
- Imagino que no se sorprendió por el acuerdo entre Israel y Emiratos.
- Para nada. De hecho yo predije que para fines de 2020 iban a haber acuerdos con países árabes del Golfo Pérsico.
- ¿Qué país es el próximo?
- Hay muchos que podrían alcanzar un acuerdo con Israel. Podría ser Bahréin, Omán, Catar y hasta Arabia Saudita. Podríamos afirmar que no es una pregunta de si sucederá, sino de cuándo ocurrirá.
- Pero la semana pasada, Faysal bin Farhan, ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, dijo que para que haya una normalización con Israel, Jerusalem debe alcanzar un acuerdo con los palestinos.
- Sí, eso es correcto. Pero la nueva generación de autoridades en Arabia Saudita está enviando señales de que se diferencia de la anterior, y que está más abierta a alcanzar un acuerdo con Israel.
- Usted no sólo ha mantenido conversaciones con las autoridades de Bahréin, sino también con los líderes de otros países del Golfo desde hace muchos años. ¿Qué le decían en el pasado sobre Israel y las posibles relaciones con el Estado judío?
- Creo que hay tres aspectos para señalar que fueron importantes para alcanzar el acuerdo entre Israel y Emiratos. En primer lugar, la lucha contra el coronavirus. Muchos líderes del Golfo me dijeron que con la colaboración de Israel a nivel científico y tecnológico era posible encontrar una solución a la pandemia. En segundo lugar, la controversia respecto de la anexión de partes de Cisjordania. Hace más de un mes, mi amigo, el embajador de Emiratos en Estados Unidos, Yousef al Otaiba, escribió una columna exclusiva para Yediot Ahronot en la que llamó a los israelíes a suspender los planes de anexión. Y en tercer lugar, la amenaza iraní a los países del Golfo y a Israel. También hay que tener en cuenta que las sociedades de esos Estados son profundamente religiosas. Y hace 12 años, cuando comencé a trabajar con las autoridades del Golfo, escuchaba comentarios de líderes de la región que me decían ‘Rabino, no tenemos nada contra los judíos, nuestros problemas son con Israel, con los sionistas’. Y durante todos estos años he intentado explicarles a referentes políticos y religiosos musulmanes que para el pueblo judío Israel no es un asunto político, sino religioso. Les manifesté que Israel ha sido el núcleo del judaísmo por más de 3.500 años. Por lo tanto, les dije que si querían tener un diálogo y una relación auténticos con el pueblo judío, entonces deberían reconocer a Israel como parte del judaísmo. Y creo que gracias a esa contribución mía hubo un mayor entendimiento y apreciación de lo que Israel representa para los judíos. Y de hecho, en los últimos años, los países del Golfo han estado más interesados en el diálogo intercultural e interreligioso. Aprendieron, por lo tanto, a no separar entre judíos y sionistas; comprendieron que si eres judío, probablemente también seas sionista.
- ¿Lo que afirma, entonces, es que el acuerdo israelo-emiratí no se alcanzó solo por motivos políticos, sino que también hubo un cambio en sus mentes respecto de Israel?
- No sé si hubo un cambio en sus mentes. Recuerda que la religión es muy importante en el Golfo; los líderes religiosos tienen un rol muy importante allí. Por lo tanto, no había forma de alcanzar un acuerdo de este tipo sin que antes los líderes supieran y entendieran bien lo que representa Israel para el pueblo judío y el judaísmo.
- ¿Cree que los palestinos seguirán los pasos de Emiratos?
Creo que el hecho de que se haya estipulado la suspensión de la anexión israelí de partes de Cisjordania es importante para rescatar la solución de dos Estados. Además, durante la conferencia de paz en Bahréin el año pasado los países del Golfo dialogaron acerca de qué rol deben jugar para alcanzar la reconciliación entre israelíes y palestinos. Estos Estados pueden asistir económicamente a los palestinos para brindarles oportunidades de prosperidad. Por lo tanto, este acuerdo es bueno para Israel, bueno para Emiratos y bueno para los palestinos.
- ¿Piensa que las opiniones de los ciudadanos de los países del Golfo están en sintonía con las autoridades en lo que a los acercamientos con Israel respecta?
- Sí. Yo recuerdo que cuando Trump anunció que trasladaría la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalem; mucha gente pensaba en aquella época que se llevarían a cabo varias manifestaciones contra esa decisión, pero no sucedió. Y no son pocos los que llaman a cooperar con Israel y quieren visitar el país.
- ¿Piensa que se podrán alcanzar acuerdos con otros países musulmanes, más allá de los del Golfo?
Todo es posible. Desde hace 17 años he estado trabajando para cerrar la grieta entre los 16 millones de judíos y los casi 1,6 mil millones de musulmanes en el mundo. Y es extraordinario hasta donde hemos llegado y de que haya un entendimiento, por parte de ambas comunidades, de que hay mucho en común entre el judaísmo y el islam. Es un reconocimiento de que ambos pueblos somos hijos de Abraham y de que tenemos una fe y un destino en común. Mi predicción es que no sólo habrá acuerdos entre Israel y los países del Golfo, sino con otros, porque esto está relacionado con la reconciliación entre musulmanes y judíos.
- ¿Dice que el odio dentro del mundo islámico es menor que el que había 10 o 20 años atrás?
No hay duda alguna. Mira, el tratado de normalización de las relaciones entre Emiratos e Israel lleva el nombre de ‘Los acuerdos de Abraham’. De esta manera, el príncipe bin Zayed, Trump y Netanyahu quisieron demostrar que somos todos hijos de Abraham. Durante años, judíos y musulmanes nos ocupamos de juzgarnos unos a otros, pero hoy se llevan a cabo muchas más actividades juntos y existe un entendimiento significativamente mayor que antes. Por eso, los países musulmanes están estrechando lazos con el Estado de Israel.
- ¿Este es el mejor momento de la historia para el Estado de Israel y el pueblo judío?
Los judíos han sufrido todo tipo de persecuciones durante 2.000 años. Desde el éxodo de Egipto, pasando por la Inquisición, los pogroms, la Shoá, entre otras. No puedo ni imaginar lo que era ser judío hace 80 años, cuando fueron exterminados en Europa y las puertas del mundo se les cerraban una tras otra, y no había un Estado judío. Pero el Estado de Israel le devolvió a cada judío el honor, el orgullo y la dignidad.