Este miércoles, a sus 84 años, falleció Khalifa bin Salman Al Khalifa, príncipe y primer ministro de Bahrein. Según la agencia de noticias del país, se encontraba internado en un centro de salud, recibiendo un tratamiento sobre el que no se brindaron detalles.
Khalifa asumió como primer ministro en 1970, un año antes de que Bahrein lograra independizarse del Reino Unido. Desde entonces gestionó la política del archipiélago, por lo que fue uno de los mandatarios del mundo con más tiempo en un mismo cargo.
Durante su mandato, Khalifa fue reconocido por los avances en materia económica, dejando de lado la dependencia del petróleo y convirtiendo al país en un centro financiero y de negocios. Sin embargo, también fue acusado de corrupción en diversas situaciones: las protestas de la Primavera Árabe pidieron su destitución y lo hicieron tambalear, aunque finalmente logró permanecer en el cargo.
"Khalifa bin Salman representó a la vieja guardia en más formas que solo la edad y la antigüedad", dijo Kristin Smith Diwan, investigadora principal del Instituto de los Estados Árabes del Golfo. Y agregó: "Representaba un antiguo entendimiento social arraigado en el privilegio real y expresado a través del patrocinio personal".
No cumplió un papel clave en las negociaciones con Israel para alcanzar la paz y normalizar las relaciones diplomáticas. Durante los últimos años fue perdiendo poder y las nuevas generaciones empezaron a ganar terreno.
El país ha declarado duelo oficial por una semana y le ceremonia de entierro tendrá lugar tras la repatriación de su cuerpo, ya que se encontraba en los Estados Unidos. El funeral se llevará a cabo en Manama y contará con un grupo reducido de familiares debido a las restricciones sanitarias.
