En una declaración formal y sin precedentes, el parlamento noruego determinó el jueves que el programa de estudios de la Autoridad Palestina "es destructivo para el proceso de paz", y aseguró que se cortará o congelará la asistencia económica al Ministerio de Educación palestino.
"La Coalición ha anunciado que hay materiales de estudio despreciables (...) que incluyen violencia, muertes sagradas y terrorismo. Es una expresión de pedagogía irresponsable y se considera inaceptable que los fondos de ayuda noruegos apoyen un sistema educativo que promueva valores tan devastadores", describe un fragmento del documento aprobado.
Algunos de los textos educativos citados incluyen ejercicios de matemática para cuarto grado a través del conteo de mártires, un ejercicio de física consistente en la explicación de la fuerza de una piedra lanzada hacia soldados de las FDI, y un párrafo en el que se afirma que la yihad (guerra santa) es "lo más importante de la vida".
Hasta el año 2022 el gobierno de Noruega se había comprometido a enviar un equivalente a 24 millones de dólares para la edición e impresión de libros de textos, pero los contenidos lanzados en septiembre de este año despertaron la condena pública y política. El disparador del revuelo interno noruego nació en una investigación del Instituto IMPACT-se, que describió de manera exhaustiva los detalles de la radicalización del sistema educativo palestino.
El informe llegó a la portada de Aftenposten, el medio más influyente del país, que en su interior publicó una entrevista al viceministro de Educación en la que intenta explicar que esos contenidos ya habían sido eliminados. Pero el periodista disponía de la evidencia en sus manos y dejó expuesto al funcionario, lo que profundizó el enojo público y provocó que el tema llegara al parlamento.
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Una investigación privada y una entrevista periodística despertaron el interés parlamentario
(AFP)
"Los legisladores noruegos llegaron a la única conclusión posible cuando vieron el extremismo de los libros de textos palestinos actuales. ¿Por qué sus contribuyentes apoyarían la radicalización de toda una generación de niños alentados a cometer actos de violencia?", afirmó Marcus Scheff, director de IMPACT-se, quien también destacó que "fue un error del viceministro mentir, a ningún parlamentario le gusta que lo engañen deliberadamente". Eric Agassi, vicepresidente del instituto, agregó que "no sería extraño que estos contenidos despierten un repudio mundial".
Noruega no es el primer país en pronunciarse contra el contenido de los libros de texto palestinos. En agosto pasado la ONU emitió un informe que condenaba la incitación a la violencia palestina y exigía la eliminación de material educativo con estas consignas. En abril, Federica Mogherini, responsable de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, anunció la realización de una investigación oficial para evaluar el tema. Y en Estados Unidos existe una legislación que obliga a la publicación de un informe anual sobre la situación de la educación palestina.
