El presidente de Francia, Emmanuel Macron, caminó por las calles destrozadas de Beirut el jueves, dos días después de la enorme explosión que sacudió la capital libanesa. Varios residentes de la ciudad se acercaron al mandatario y exigieron el fin de un gobierno al que acusan de corrupción y de haber arrastrando al Líbano al desastre.
“Veo la emoción en su rostro, la tristeza, el dolor. Es por eso que estoy aquí ", le manifestó Macron a un grupo de personas mientras caminaba por caminos llenos de escombros y con tiendas con ventanas rotas por la explosión del martes que mató a al menos 145 personas e hirió a otras 5.000.
"Les garantizo que esta ayuda no irá a manos corruptas", agregó Macron.
Según las autoridades libanesas, la explosión fue causada por un incendio accidental que encendió un depósito lleno de nitrato de amonio en el puerto de la ciudad.
Macron, vestido con una corbata negra de luto y flanqueado por guardias de seguridad, prometió enviar más ayuda médica y de otro tipo al Líbano, mientras que las personas que lo rodeaban coreaban "Revolución" y "El pueblo quiere la caída del régimen".
“Pero lo que también se necesita aquí es un cambio político. Esta explosión debería ser el comienzo de una nueva era ”, les expresó Macron a los residentes poco después de haber llegado al Líbano en la primera visita de un líder extranjero al país tras la tragedia.
Un hombre le dijo a Macron: "Esperamos que esta ayuda llegue al pueblo libanés, no a los líderes corruptos".
Antes de la explosión del puerto de Beirut, cuya onda expansiva alcanzó varios kilómetros de distancia, el Líbano estaba sumergido en una profunda crisis económica.
"Señor presidente, usted está en la calle General Gouraud, quien nos liberó de los otomanos. Libéranos de las autoridades actuales", le dijo una persona entre la multitud que se reunió a su alrededor, pidiendo ayuda del antiguo poder colonial del Líbano.
Algunos de los asistentes, que fueron filmados en un distrito predominantemente cristiano de la capital, exclamaron: “Señor Macron, libéranos de Hezbollah ", en referencia a la organización terrorista respaldada por Irán, un jugador poderoso en la política local.
Después de visitar una farmacia dañada por la explosión, Macron le manifestó a la multitud: “Entiendo su ira. No estoy aquí para escribir un cheque en blanco al régimen".
Las pérdidas por la explosión se estiman entre US$10 mil millones y US$ 15 mil millones, señaló el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, a la estación de televisión de propiedad saudita, Al-Hadath, el miércoles, y agregó que casi 300.000 personas se han quedado sin hogar.