La difusión durante el Ramadán en Arabia Saudia de dos series de televisión en las que se alude a vínculos con Israel ha alimentado las especulaciones sobre las relaciones entre el reino y el Estado judío.
Los países árabes del Golfo, entre ellos Arabia Saudita, no tienen relaciones diplomáticas con Israel, pero ambas partes se libran según analistas a una "danza tranquila" para construir furtivamente relaciones basadas en la común animadversión hacia Irán.
Un personaje de la serie "Salida 7" sorprende a los telespectadores al entablar amistad con un joven israelí gracias a un videojuego en línea. Otro justifica en una escena las relaciones con Israel, al declarar que los palestinos son los verdaderos "enemigos" que insultan al reino saudita "noche y día" pese a las ayudas financieras que se les otorga.
Otra serie, "Um Harun", relata la vida de una comunidad judía en un pueblo del Kuwait de los años 1940.
Ambos programas provocaron impacto y críticas en las redes sociales, pues muchos ven en ellas una promoción de la "normalización con Israel".
Sin embargo los productores sostienen que las series han logrado las mejores audiencias del Ramadán, el mes del ayuno musulmán, con un gran consumo de contenidos en televisión.
Estas series son producidas por el grupo MBC, ahora bajo control del gobierno saudita después de que su fundador, el magnate Waleed al-Ibrahim, fuera detenido con otros empresarios en el hotel Ritz-Carlton de Riad en el marco de una campaña contra la corrupción en 2017.
Estas producciones contrastan con "The End", una serie de ciencia-ficción egipcia que provocó la cólera de Israel por haber augurado el derrumbe de este país.
"El estereotipo asociado a Medio Oriente ha sido durante décadas el de una región de miedo, de sangre derramada, de odio y de extremismo" afirma el portavoz de MBC, Mazen Hayek.
Según él, los dos programas "intentan proyectar una imagen diferente, hecha de esperanza, de tolerancia y de diálogo entre religiones".
Sondear la opinión
Según algunos especialistas, estas series podrían constituir un toma de pulso de la opinión.
"Estas emisiones son útiles al Estado saudita para comprender la posición del público (...) y sirven de instrumento de medida", explica el experto en política extranjera saudita respecto a Israel, Aziz Alghashian, profesor en la Universidad de Essex.
A principios de 2020, el reino anunció la programación de una película sobre el Holocausto por primera vez en un festival, antes de que éste fuera anulado debido al COVID-19.
Los editorialistas, por su parte, hacen suya la posición oficial que condiciona la normalización con Israel a una solución del conflicto con los palestinos.
Pero las relaciones entre los dos países parecen mejorar, gracias a las acciones orquestadas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el príncipe heredero saudita, Mohamad bin Salman.
Arabia ha acogido favorablemente el plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump.
Arabia Saudita ha abierto discretamente su espacio aéreo en 2018, por primera vez, a un avión de línea con destino a Israel, mientras que la compañía aérea emiratí Etihad Airways efectuó el martes su primer vuelo hacia el Estado judío para transportar ayuda medica destinada a los palestinos.
Y Omán acogió en octubre de 2018 a Netanyahu, una primera visita de este tipo en dos décadas.