Donika Gervalla, ministra de Relaciones Exteriores del nuevo gobierno de Kosovo, ratificó la permanencia de su embajada en Jerusalem pese a las presiones que exigían una revisión de la decisión tomada por el gobierno anterior.
“Creo que el tema de nuestra embajada en Israel es un trato cerrado, no podemos involucrarnos en aventuras diplomáticas para reconsiderar un tema terminado”, afirmó la principal figura diplomática del país al sitio de noticias Kallxo.
Gervalla declaró que su país busca fortalecer sus lazos con Israel, aunque aclaró que también quiere tener “una buena amistad con las autoridades palestinas".
Con la mediación de Estados Unidos, en ese momento presidida por Donald Trump, el año pasado Kosovo e Israel anunciaron la normalización de relaciones entre los países y la apertura de una embajada kosovar en la capital israelí. La disputa con los palestinos sobre esa ciudad lleva a la mayoría de los países del mundo a adoptar una posición neutral y erigir sus embajadas en Tel Aviv.
La medida se efectivizó el 14 de marzo y de esta manera Kosovo se convirtió en el primer país europeo y de mayoría musulmana que abre su sede diplomática en Jerusalem. Anteriormente lo hicieron Estados Unidos y Guatemala, mientras que Honduras está próximo a dar el mismo paso.
La decisión de Kosovo despertó fuertes críticas en el mundo musulmán. La semana pasada Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, en su carta de felicitación al primer ministro Albin Kurti por su asunción, pidió que se revise el acuerdo con Israel y Estados Unidos.